…CARTA AL AMOR DE MI VIDA.
Mi PALOMA QUERIDA:
NO ME AMENACES, porque aunque SE ME ACABE LA VIDA, seré siempre TU ENAMORADO; rezo a la VIRGENCITA DE ZAPOPAN, y todo me parece UN MUNDO RARO, desde el día que AMANECÍ EN TUS BRAZOS. Dios quiere QUE TE VAYA BONITO, y mi anhelo es que nunca exista LA ENORME DISTANCIA entre TÚ RECUERDO Y YO. Gracias al ARRULLO DE DIOS, a LA NOCHE DE MI MAL, le daré LA MEDIA VUELTA; ESTA NOCHE, le rezo a la virgen y a ELLA le imploro: DEJA QUE SALGA LA LUNA, porque una SERENATA SIN LUNA es como LA QUE SE FUE.
EN EL SILENCIO DE LA NOCHE, y con LA MANO DE DIOS, ¡VÁMONOS! tu y yo solos, por el CAMINO DE GUANAJUATO, verás QUÉ BONITO AMOR. CORAZÓN, CORAZÓN, NO NIEGUES QUE ME QUISISTE, porque SI NOS DEJAN, CUANDO VIVAS CONMIGO, jamás daré LA MEDIA VUELTA, ya que sin tu amor LA VIDA NO VALE NADA, prefiero QUE SE ME ACABE LA VIDA y OLVIDATE DE TODO MENOS DE MÍ. Quiero que sepas, que aunque SOY EL HIJO DEL PUEBLO, sigo siendo EL REY.
Siempre tuyo, JOSÉ ALFREDO.
José Alfredo Jiménez Sandoval, nació en Dolores Hidalgo Guanajuato. Este talento, el pasado 19 de enero, hubiera cumplido los 92 años de edad, pero como todo bohemio falleció a sus escasos 47. Creador de más de mil canciones rancheras, corridos, amores, desamores, rencorosas, pasionales, melancólicas; los protagonistas muchos eran borrachos y entre los lugares figuraron las cantinas. Le inspiraba el sol, la luna, las estrellas, los caminos, los caballos, los recuerdos, las sonrisas, los cocuyos y algo muy especial cuando compuso EL SIETE MARES.
Amigos, un legajo de canciones que ya pasaron a ser propiedad del pueblo. Y como dijo José Alfredo: “De mis ojos, está brotando llanto, a mis años estoy enamorado, tengo el pelo completamente blanco, pero voy a sacar juventud, de mi pasado”.
¡Ánimo ingao…!
Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz.
