“10 de diciembre”
“10 de diciembre”
“10 de diciembre”
Hoy es un buen día para envejecer
pues se ha hecho claro
que vejez no es sinónimo de vida marchita
ni tenemos que sentirnos en declive
o con la carga de que se vean
nuestros muchos años
con un brillo refulgente de época dorada.
Envejecer es sinónimo de resistencia,
ecuanimidad y valentía ¡mucha valentía!
Hasta hoy sobrellevamos el paso del tiempo
y resistimos los embates al cuerpo;
aun cuando aflojamos, jamás soltamos
por completo la rienda de nuestra mente
¿Y el corazón? ¡Oh, cuanto hemos amado!
inmensamente, sabrosamente, noblemente,
egoístamente…
Parecieran las décadas resumirse en el amor
que hemos dado y recibido.
Hoy es un buen día para envejecer
sin pensar en la muerte
ni dejarme encarcelar por el estándar.
Disfrutaré mis días a como se saborea
el platillo deseado y se eructan los gases
maleados
pues soy a veces un niño consentido
y también aquel marinero que al volver
de una larga jornada en mar abierto,
es recibido por la mujer amada
y los hijos que me miran idolatrando
¿Y la pesca? ¿Quién piensa en la pesca?
¡Estoy vivo!… amo y soy amado.
Hoy es un buen día para envejecer
¡Al fin sin prisa ni presiones
por alcanzar el éxito, triunfo o gloria!
ya los obtuve más de una vez
y descubrí que son momentos fugaces,
lo que entinta la vida, lo recordable, está en
la fragua
y de eso está sobradamente llena esta etapa.
Hoy es un buen día para envejecer
y transmutar las fuerzas deshojadas de la
juventud.
Kheyla Priego Arias.