1ER. VIERNES DE MARZO EN COATEPEC Y LA FIESTA AL SEÑOR DE CHILTOYAC
CRÓNICA COATEPECANA
1ER. VIERNES DE MARZO EN COATEPEC Y LA FIESTA AL SEÑOR DE CHILTOYAC
Por Jesús J. Bonilla
Palmeros
En la región de
Coatepec y municipios aledaños, se mantienen una serie de prácticas culturales
en torno al “primer viernes de marzo”, día en el que se llevan a cabo algunas
actividades catalogadas como mágicas o propias de la hechicería. Pero en la
realidad son prácticas derivadas de la fusión de creencias indígenas y las que
fueron ampliamente difundidas por los españoles en el periodo colonial.
Algunas de las
actividades realizadas en el llamado “Primer viernes de marzo”, se encuentran
en vías de desaparecer en la región de Coatepec, debido a que son catalogadas
desde el punto de vista religioso como prácticas de brujería y demoniacas,
probablemente en razón de las comparaciones con los eventos de magia,
hechicería y misas negras, que se promueven en la región de los Tuxtlas, en la
misma fecha.
Antiguamente algunas
personas acostumbraban “limpiar las casas” con sahumaciones de chile seco
quemado, bajo el argumento de que la naturaleza del chile seco es caliente y el
picor emanado por la combustión del mismo, les genera mucho sufrimiento a los
malos espíritus, y/o calienta la casa en caso de que esta se encuentre “muy
fría”. También se tiene la creencia de que el chile seco atrae la estabilidad
económica de los habitantes de la casa y aleja las envidias o “trabajos de
brujería” que hayan realizado gentes malintencionadas.
Otra de las
prácticas que tiene amplia difusión en la región, es la de colgar la sábila del
“Primer viernes de marzo” atrás de la puerta principal de la casa. En realidad
se trata de un manojo conformado por una sábila y ramas de plantas olorosas,
entre las que sobresalen el romero, manzanilla, azumiate, Santa María, pirú,
claveles rojos, ruda, albahaca, ajo, espinosilla y saúco, entre otras. Todo
esto se combina con un chile seco o chile ancho de gran tamaño y se amarra con
un ancho listón rojo, aparte se rocía con loción verde o loción de Ucrania
también denominada como “siete machos”, y se cuelga atrás de la puerta en la
parte superior o a un lado. Mencionan los informantes que la intención de poner
la sábila atrás de la puerta principal, es con el fin de proteger a los
moradores de enfermedades y/o algunos “trabajos” realizados por personas
fanáticas de la magia y hechicería. Por tal motivo las enfermedades o
“trabajos” se enredan en las espinas de la sábila, y en caso de ser muy fuertes
secan la planta.
También en el
“Primer viernes de marzo” algunas personas acostumbran hacer un preparado
conocido con el nombre de “infusión de azahares del primer viernes”. El cual se
elabora con aguardiente o alcohol de 96° rebajado con agua, y se le agregan
azahares de siete tipos, entre los que sobresalen: los de diversos tipos de
naranja, cidra, pomelo, lima, limón y durazno, entre otros. Aparte se le
agregan ramas de toronjil, anís de monte, manzanilla, zacate limón, hinojo,
cedrón, y otras yerbas dulces. Dicha infusión se utiliza principalmente en el
tratamiento de sustos, corajes, dolores estomacales y cólicos menstruales, para
lo cual se toma una copita o se disuelve un poco en agua para no sentir “lo
fuerte” de la infusión.
En otros casos
algunas personas acostumbraban las famosas “limpias o rameada” del “primer
viernes”, misma que se realiza con yerbas olorosas como: ruda, albahaca, saúco
y romero, todo acompañado con un “huevo de rancho” y loción “siete machos” o
alcohol alcanforado. La “rameada” consiste en pasar por todo el cuerpo las
plantas y el huevo, poniendo especial énfasis en algunos puntos como la parte
superior del cráneo, la nuca, las muñecas y el abdomen, al tiempo que se
pronuncian determinadas fórmulas mágicas. Después de la limpia, algunas
personas acostumbran quebrar el huevo y ponerlo en un vaso con agua, a fin de
detectar si existe algún mal aire o “trabajito” que haya aquejado el paciente.
“Romero bendito por
Dios consagrado que fuiste creado, no fuiste sembrado, por el poder que Dios te
ha dado entre lo bueno y salga lo malo…”