200 AÑOS DEL PRIMER IMPERIO MEXICANO
200 AÑOS DEL PRIMER IMPERIO MEXICANO
Por Ángel Rafael Martínez Alarcón
El domingo 21 de
julio de 1822, (Carvajal López, 2011) hace 200 años es coronado en la
ciudad de México, primer Emperador del imperio mexicano, don Agustín Cosme
Damián de Iturbide y Aramburu, hijos de españoles de los reinos vascos.
Nació en Valladolid ( Morelia) el 27 de
septiembre de 1783 y fusilado, el 19 de julio de 1824; viviendo sólo 41 años.
Nueve meses atrás había logrado la firma del acta de independencia del antiguo
virreinato de la Nueva España, en ese extraordinario año de 1821. En febrero el Plan de Iguala, firmado entre los dos bandos beligerantes desde la
primavera de 1810. Con la propuesta de un gobierno monárquico moderado
constitucional
Nuevamente el domingo, en la
historia del estado mexicano: un domingo, Hidalgo, convoca para iniciar
la lucha contra el mal gobierno, el francés. Un domingo el emperador Agustín
de Iturbide, s coronado. El domingo 20 de noviembre de 1910, Madero, convoca a la revolución contra Díaz.
Agustín de Iturbide, fue el
primero en tomar las ideas de la segunda marquesa de Regla, no
balazos y si abrazos, para lograr el fin de la guerra fratricida en la
Nueva España. Una década de guerra, no estaba llevando a ningún rumbo a ninguna
de las partes. Mas bien al desgaste de las tropas, y sobre todo a la economía
novohispana. Era urgente ponerle fin a la guerra. Fue el gobierno del
virreinato quien lo busco para terminar con la guerra en tierra caliente, donde Vicente Guerrero, y su grupo era un dolor de muela para las autoridades
militares de la Nueva España. Quien mejor que el mismo Iturbide, con una
trayectoria militar, que fue suspendida en 1816, luego de ser acusado de
corrupción. Por espacio de 4 años, vivió retirado de la actividad militar.
Administrando una hacienda en Chalco.
En la historiografía nacional, está
conformada por los buenos y los muy malos personajes de nuestra historia. Con Agustín
de Iturbide, se inicia esa galería de “los malos gobernantes” del
México. Se le ignora en la historia general de México, están estigmatizados. Los
hombres no soy dignos para recordarlos, con nombres de ciudades, colonia,
calles, escuelas, hospitales, ni mucho menos con estatuas, bustos, sellos
postales, billetes ni monedas borradas en la historia. Sus nombres son
mencionados muy forzadamente. Luego sigue, el libertador de Veracruz, Antonio
López de Santana. Hace 30 años, el presidente Carlos Salinas de Gortari, logró rehabilitar la figura del presidente Porfirio Díaz. Pero Victoriano Huerta, el traidor de Felipe
Ángeles, ha sido rehabilitado por la 4T, integrada por puros traidores del
PRI. Gustavo Díaz Ordaz y el recién fallecido Luis Echevarría
Álvarez, hasta el día de su muerte cargaron con el repudio, trasnochados de
algunos sectores de la sociedad.
Seguramente en el presente
bicentenario de la Coronación, ninguna institucional del gobierno federal,
estatal y municipal, recordó dicha efeméride nacional. Sólo el Centro de
Estudios de Historia de México de la Fundación Carlos Slim, el pasado
martes 19 del presente mes, inició el curso: A 200 años
de la coronación de Agustín de Iturbide.
Agustín Iturbide, familiar
cercano por vía materna del portavoz de la insurgencia Miguel Hidalgo y
Costilla, /1753-1811), quienes tenía la misma idea de salvaguardar a la
monarquía de Fernando VII, soberanía mancillada por las tropas de Napoleón Bonaparte, desde mayo de 1808. En algún momento el joven Iturbide, tuvo la idea de abrazar la causa insurgente, pero la matanza de la Alhóndiga de
Granadita de la intendencia de Guanajuato, en septiembre de 1810, se lo
impidió.
El gran problema del Estado Mexicano
se puede encontrar en la firma del Acta de Independencia, luego de los tratados
de Córdoba. Muchos de los firmantes eran integrantes del régimen que
concluía. Ningún insurgente, ni representes de las naciones indígenas, y mucho
menos de los afrodescendientes.
En este periodo de la formación del
Estado Mexicano, cabe destacar de la participación del joven xalapeño, Antonio
López de Santa Anna, acompañó a Iturbide en su proyecto político,
hasta diciembre de 1822.
La corona del imperio mexicano estuvo ofrecida
al monarca Fernando VII, o algún miembro de la Casa Borbón, para hacerse
cargo del primer imperio de México, estipulado en el Plan de Iguala.
Ante la negación de los ibéricos, para aceptar la corona, de ahí Iturbide se
convence que es el elegido para ser coronado. Y también en los tratados de
Córdoba, hay la posibilidad que la corona pueda recaer en un americano. Estaba
en el imaginario colectivo la coronación de Napoleón I, el domingo dos
de diciembre de 1804.
Cuando la corona del nuevo imperio mexicano fue rechazada por la familia, Borbón, sólo hubo el interés de parte Francisco de Paula de Borbón, (1794-1865)
y del XI Conde de Moctezuma, (1807-1836). En mayo de ese año, el pueblo, los leperos,
el ejército encabezado por Pio Marcha, salieron a proclamar al
presidente de la Regencia, como Emperador. En el Congreso mexicano, el diputado Valentín Gómez Farias, (1781-1858) presentó la iniciativa para proponerlo
como emperador, en mayo 1822.
Es Vicente
Rocafuerte, (1783-1847), político ecuatoriano, quien ese mismo año de 1822,
publicó su libro Bosquejo ligerísimo de la revolución de México desde el
grito de Iguala hasta la proclamación imperial de Iturbide. Por un verdadero
americano. Con dicha obra se inicia toda una seria de infundios contra Agustín
de Iturbide, muchas de las calumnias escritas en dicho libro, hasta el día
de hoy se repiten. Hace 50 años, el presidente Luis Echevarría
Álvarez, (1922-2022). Decreto que el único consumador de la independencia, Vicente
Guerrero.
Con el libertador y
presidente de la Gran Colombia Simón Bolívar, hay una serie de
intercambio epistolar, mostrando un solidad amistad.