2023: LA INCERTIDUMBRE
2023: LA INCERTIDUMBRE
Pedro Peñaloza
“Abrigamos muchos prejuicios si no dudamos, alguna
vez,
de todo en lo que hallemos la menor sospecha de
incertidumbre”.
René Descartes
El presente
año es la plataforma de lanzamiento para la elección presidencial. Los
ingredientes están a la vista y pueden ser definitorios. Las elecciones de
Coahuila y especialmente del Estado de México, podrían dar mayores elementos
para configurar un posible diagnóstico.
Para un
análisis contextual de lo que viene no debemos perder de vista la estrategia
que ha implementado López Obrador desde el día uno de su administración. El
pilar de su política comunicativa es responsabilizar al pasado de todos los
males del país para presentarse como un gran reformista que eliminaría
privilegios, llegando al absurdo teórico y conceptual de “decretar” el fin del
neoliberalismo.
Esta táctica
le ha dado resultado en algunos segmentos sociales fanatizados, muchos de ellos
beneficiados por las “aspirinas” sociales que ha repartido masivamente. La riña
cotidiana de AMLO con voces y plumas discrepantes le ha permitido exorcizar el
fracaso de sus principales políticas públicas, las cuales se quedaron en
simples promesas de campaña.
El desastre
en salud, en seguridad pública y el mediocre crecimiento económico, sintetizan
el principal trinomio de un gobierno que arribó al poder con un alto volumen de
votos y con grandes expectativas. No obstante, estos resultados, el inquilino
de Palacio los ha convertido en triunfos, pretextando al etéreo pasado y su
aliada preferida: la pandemia. Con esa narrativa ha navegado con éxito en
algunos sondeos.
Después de
obtener 22 gubernaturas, apropiarse de fideicomisos, dilapidar el fondo de
estabilización, convertir San Lázaro en una oficialía de partes, debilitar al
INE, militarizar todo y desplegar una política de persecución (vía el SAT y la
UIF) contra quien asoma algún signo de disidencia, el tabasqueño camina
triunfal para imponer a su incondicional en 2024.
Sin embargo,
las condiciones económicas nacionales e internacionales que se avecinan no
favorecen los planes hegemónicos del obradorismo. Por supuesto, no basta que
las condiciones “objetivas” sean adversas. En tanto no haya una fuerza política
que le dispute la credibilidad de las masas a López Obrador, éste se puede
salir con la suya y heredar un gobierno persecutor e incapaz de enfrentar la
desigualdad social y la concentración del ingreso.
No olvidemos
que AMLO prometió combatir a la “mafia del poder” y lejos de ello, la convirtió
en su asesora y la hizo aún más rica. Aplicó, lo que llama Adolfo Gilly, el
“Neoliberalismo social”. Así las cosas, no se vislumbra cambio alguno, al menos
que se construya otra correlación de fuerzas. Esa es la gran incertidumbre.
@pedro_penaloz