LA UNIÓN EUROPEA, SIN REINO UNIDO
Sucumbe el diseño de éxito de la posguerra
Lâferrá
Los millones de británicos tradicionales, han calificado de oportuno el Brexit para el regreso a tiempos de hegemonía memorable, separan los intereses de nación, de un bloque de países donde aún predomina el lastre de pobreza como Grecia, España, Rumania, Portugal, Hungría; al Reino Unido le favorece la salida, se actuará al interior para resarcir la inquietud social que proviene de las zonas olvidadas, de menor educación, del área rural.
En un referéndum histórico, han participado más del 72% de un total de 46 millones de británicos, de las cuales un 51.9% prefirió dejar la Unión Europea; muy a su estilo de intriga, de allí Hitchcock y Conan Doyle, su ejemplar antecedente y Boris Johnson, ex alcalde de Londres, el manipulador emocional racista que llevó a niveles Trump su discurso nacionalista, cobrando una víctima en la parlamentaria Jo Cox; a su acecho quedan los migrantes negros, azuzados por la viscera de los extremistas europeos, anacrónicos.
Tan fuerte es el impacto a nivel global que la Bolsa de Valores de Tokio, como reacción a la salida de Gran Bretaña, se desplomó en un 7.9% y el futuro político de David Cameron, condena su renuncia, la peligrosa promesa de campaña de calado libre, concibió una respuesta no presupestada; es la lectura en una población irritada, inculta, dividida; hace apenas unas semanas, analizamos en esta columna la destreza de la Reina Madre para reconciliar naciones… todo indica que sucumbe la diplomacia de alta esfera, el comercio libre, los actos humanitarios y el trato entre iguales… que hay rechazo implícito a la globalización, a cambiar con los años, su fulgor étnico.
La balanza es imprecisa, el Brexit requiere lo suscrito en el artículo 50 del Tratado de Lisboa, de dos años a partir de formalizar la renegociación de la pujante industria británica, de acordar el trato para los ingleses que viven en Europa y para los europeos que viven en Inglaterra; el proceso de integración de Europa después de la Segunda Guerra Mundial, económico y político, que elevó los índices de calidad de vida y los derechos humanos, son historia… sin embargo, Alemania, Francia e Italia para evitar el contagio, puntualizan “que la salida sea tan pronto como sea posible”.
Reino Unido dejará de ser el Centro Financiero y Bursátil del Europa; por lo pronto Holanda, Bélgica y Francia, resienten de su población el reclamo de un referéndum también; Merkel, convoca a los líderes de los partidos en Alemania, fijará como es su costumbre, una firme postura. La Bolsa española, París, Londres, Atenas y Lisboa, enfrentan aún una alta volatilidad, cae también la Libra Esterlina, arrastra al Euro y a los acaudalados del mundo como Carlos Slim, la turbulencia de los mercados bursátiles, no termina… el español Amancio Ortega es el de la mayor pérdida, con 6 MMD; hay caras también de decepción.
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No todo ha sido aceptación, Escocia ha manifestado desconcierto y es probable afronte una negociación para quedarse como miembro de la Unión Europea, es decir, independiente del Reino Unido… aunque acrecenta el rumor de la unión entre las Irlandas, para continuar en la Unión Europea; los jóvenes iracundos, señalan “hemos perdido el derecho a trabajar y vivir en 27 países”, después de la salida ya no gozarán del provilegio de ser miembro y transitar libremente por Europa.
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