4 YUNES POR LA GUBERNATURA, EL PAN DECIDIRÁ
4 YUNES POR LA GUBERNATURA, EL PAN DECIDIRÁ
Por Edgar
Hernández*
Luego del acuerdo
de “Alito” Moreno con el PAN y el PRD de proponer a candidatos priistas para la
gubernatura de Coahuila y Edomex a cambio de que en el 2024 no postule, limita
al PRI en Veracruz.
De por sí flaca la
caballada y llena de Yunes como aspirantes, el panorama opositor se observa
nada halagüeño, amén de que hasta el momento no hay nadie de la sociedad civil
que haya levantado el dedo de ¡Quiero!
En ese pobre
escenario sucesorio queda Movimiento Ciudadano, de Dante Delgado –el PRD no
cuenta-, que trae un juego misterioso al pretender que la Alianza “Va por
México” juegue, pero su favor y no sea su partido el que se sume.
Acaso le dé algún
resultado en el panorama nacional con su propuesta presidencial de Luis Donaldo
Colosio, pero a nivel gubernatura en Veracruz, poco se puede esperar ya que MC
no registra presencia electoral en la entidad, incluso en un par de ocasiones
estuvo a punto de perder el registro.
En el tablero pues
están los Yunes, cuatro… y tal vez el desprestigiado y vomitivo Julen
Rementería.
Paty Loberia de
Yunes es la que asoma con mayores posibilidades.
Tiene presencia,
frescura, su discurso es realista y si bien está ligada matrimonialmente al
hijo de Yunes Linares, es posible que no le alcance el odio colateral del AMLO.
A Paty Yunes un
grupo de publicistas y propagandistas, le cuidan al máximo su imagen y la
proyectan sin prisas, pero sin pausas a un eventual siguiente paso rumbo a la
gubernatura.
De hecho la han
colocado como la mejor alcaldesa del país.
Ese mismo escenario
se mueve el marido pero con poco éxito. Miguel Angel Yunes Márquez quiere la
candidatura, es dueño del PAN en el estado, tiene tanto dinero que le sale
hasta por las orejas, pero no está en el ánimo presidencial.
El al igual que sus
hermanos y su papá tienen fama de corruptos.
Ahí está viva,
tintineando la “Carpeta Azul” presentada por AMLO ante la Fiscalía General de
la República, que espera ser revivida en cualquier momento en que se mueva esta
familia.
Otro Yunes.
A Héctor Yunes
Landa hay que reconócele a que pese a ser tan rechazado por su partido, el PRI,
en donde lo consideran un tomatodo, poco leal, tramposo y dispuesto a jugar por
cualquier partido, tiene la virtud de la persistencia.
Sabe, lo sabe bien,
que es imposible sea postulado por la alianza PAN-PRD-PRI –su propio primo
hermano Miguel Angel Yunes Linares lo vetaría-, pero ahí está, presente.
Ayer anunció, en su
calidad de Presidente estatal de la agrupación política “Alianza Generacional”,
el inicio de una gira de trabajo por la entidad –pagada con dinero de su
bolsillo- abrazado a temas populista como “sacar de la cárcel a presos de
manera injusta y promover amparos en contra del programa de canje de placas”.
Otro Yunes más.
Pepe Yunes de
siempre ha sostenido que el apellido le pesa.
No siendo familiar
de los Yunes del Estero, ha tenido que arrastrar la mala fama de esa familia de
ahí que su lema electoral sea solo “Pepe”, cosas de propaganda.
Perdedor de la
elección del 2018 a manos de Cuitláhuac García y el efecto Peje, hoy busca de
nueva cuenta la gubernatura a sabiendas de que Morena tiene bajo su control la
operación electoral, el dinero para comprar conciencias y al OPLE como
sirviente.
Pepe Yunes –quien
también arranca una gira por los 212 municipios- tiene claro que una
gubernamental no cuesta menos de mil millones de pesos. Sabe que el crimen
organizado habrá de jugar un papel sustantivo, tanto como lo fue en el 2021 en
las intermedias y no tiene la menor duda que con el capital priista, si es que
lo postula, no gana.
A ello se suma la
poca simpatía que le guarda Alito Moreno tras votar en contra la
militarización.
¿Qué dice la numeralia?
Del capital
electoral de 1.3 millones de votos de Duarte, el PRI descendió cuando Héctor
perdió la gubernatura, a 800 mil; con
Pepe, las cifras –tras la traición
priista que migró al Verde- el capital se quedó en 730 mil votantes.
Y del 2019 para acá,
ya con Marlon, no suman más de 370 los sufragios de una militancia aguada que
sigue a un partido quebrado financieramente.
Esa es la brutal
realidad.
El escenario podría
mejorar y ser más competitivo, pero superar los 2 millones de votos de
Cuitláhuac que ganó en el 2018, está cabrón, incluso si se diera la alianza
PRI-PAN-PRD y MC, en favor de Pepe, decisión que no se ve en estos momentos.
Ello máxime que
eventualmente Dante preferiría jugar con Héctor y no con Pepe… a menos que se
le llegue al precio.
Tiempo al
tiempo.
*Premio Nacional de
Periodismo