88 AÑOS DE DON CÉSAR GUZMÁN RUIZ
88 AÑOS DE DON CÉSAR GUZMÁN RUIZ
Esta vez don César Guzmán Ruiz reunió a sus
amigos en la casa familiar para celebrar su cumpleaños. Todos acudieron a
felicitarlo y a disfrutar de exquisitos platillos acompañados de buena
conversación, recuerdos y anécdotas. Fue una tarde otoñal que ya anuncia la
época decembrina, pero en este momento se vestía de alegría para agasajar al
cumpleañero.
Se disfrutaba de la comida cuando espontaneo
llegó un mariachi entonando las mañanitas y bellas melodías de antaño, en ellas
se vislumbraban etapas del existir del festejado: Sabor a Mi; Camino de
Guanajuato; Si nos dejan, Urge, en fin, muchas más que en cada acorde y nota
musical le acercaba los nostálgicos recuerdos de una larga vida plena de
aventuras y experiencias cotidianas. Cuando el mariachi entono el tema
“Novillero”, en la mente de los presentes se dibujó a don César en plena
juventud disfrutando de la fiesta brava, ya que fue una de sus pasiones el
estar presentes en las plazas de toros. Parecía verlo agitando con suma emoción
el sombrero, o un paliacate rojo alentando a los novilleros, a la cuadrilla, al
mismo torero haciendo la faena para ganarse el honor del “Las orejas y el
rabo”, armonizado por los pasos dobles o el tema “Silverio”, vaya, emociones
que vivió en ese ambiente taurino. Amigos, anécdotas y algunas cervezas para
estimular el espíritu en BARRERA. La presencia del mariachi hizo presentes esas
vivencias que jamás se marcharan de las evocaciones de César Guzmán Ruiz.
Lo mismo estuvo presente en parques de beisbol
disfrutando del rey de los deportes, dándose la oportunidad de conocer a
estrellas del abanico como al mismo Fernando Valenzuela de quien guarda una
pelota firmada por puño y letra de este deportista profesional. Y no solamente
de espectador, pues fue un deporte que practicó y entre sus invitados figuraban
amigos con los que compartió estas alegrías deportivas: Juan Córdoba, Rodolfo
Domínguez, Roberto Colorado, entre muchos más; el atletismo no fue la excepción
y el ser parte de ese grupo que inspiraron “La Unidad Deportiva Roberto Amorós
Guiot
son una prueba de su temple. Ya no se diga del arte de la piel, con su trabajo
ha remontado las fronteras del estado y del país, en fin, don César es todo un
personaje del pueblo coatepecano que mantiene la mano tendida para quien quiera
estrecharla llamándole amigo, esa es su personalidad cincelada en el trabajo,
la familia, los amigos, el deporte y la convivencia social.
Una larga vida cuya familia es su mejor
conquista y, por supuesto, el cultivar la amistad que es uno de sus emblemas
más preciados desde aquel luminoso día del 18 de noviembre de 1936 en el que
vio la luz primera en la provincia coatepecana.
César Guzmán Ruiz, sigue siendo ese tigre que
todavía ruge a sus 88 años de vida.
Muchas felicidades en su cumpleaños y larga
vida.