A 46 AÑOS…

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Por Julio Contreras Díaz.

Chihuahua con casi 250 mil kilómetros cuadrados, es el estado más grande de los 31 que conforman nuestra república. El nombre de la capital es el mismo que el del estado y su mayor población está concentrada en Ciudad Juárez. La cabecera municipal de Madera, fundada por el anti reeleccionista Abraham González en 1911, es uno de los sesenta y siete municipios que constituyen dicho estado, caracterizándose por ser el lugar más frío del país, con registros de temperatura hasta de 40 grados bajo cero.

La historia de Madera, marca como hechos relevantes, la fundación del ejido en el año de 1925 y cuarenta años después, exactamente el 23 de septiembre de 1965, el ataque al cuartel militar, hecho por un grupo de 15 jóvenes suicidas encabezado por el profesor rural Arturo Gámiz García y el líder campesino Pablo Gómez Ramírez, motivados por liberar a «su pueblo» del cacicazgo cobijado por el gobernador Práxedes Guiner Durán. En batalla desigual, se enfrentaron a 125 soldados, resultando fallido el intento. El Veracruzano Fernando Gutiérrez Barrios, director de la Dirección Federal de Seguridad, rendiría su informe de esa masacre: “…nos decepcionaría una juventud conformista o resignada, pero México tampoco quiere una juventud que abrace con incauta pasión todas las causas o que se deje tomar como instrumento dócil del servicio de intereses bastardos o como caja de resonancia de estériles desahogos”.  El presidente Díaz Ordaz, respondió con un aplauso. Para recordar este hecho, el cineasta mexicano José Luis Urquieta, basado en la novela de Carlos Montemayor “Las armas del Alba”, realizó la cinta, llevando en el reparto entre otros al jarocho Ernesto Gómez Cruz.

En la ciudad de Guadalajara, el 15 de marzo de 1973, surgió una guerrilla urbana, conformada por jóvenes estudiantes y maestros al cual le llamaron Liga 23 de septiembre, inspirados en lo ocurrido 7 años antes en el poblado de Madera Chihuahua. Una de las primeras acciones de los facciosos (en septiembre del mismo año), fue el secuestro y muerte de Eugenio Garza Sada, el principal empresario del grupo Monterrey, causando al gobierno de Luis Echeverría una desestabilización.

A 46 años del incidente, los jóvenes, ahora viejos, comentan el sentido que tomaron sus vidas, convencidos que eran parte del momento histórico en el aporte del cambio político que tenía que sufrir el país. El director del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, el historiador Pedro Salmerón Sanginés, en fechas recientes, tuvo que renunciar a dicho cargo por el calificativo de “valientes” a los protagonistas. La declaración de Don Fernando Gutiérrez, en su momento director de la Federal de Seguridad, fue mejor al referirse a lo decepcionante que sería una juventud conformista; es lo mismo pero no es igual, desde el punto de vista gubernamental.    

Amigos, el presidente John F Kennedy en uno de sus discursos mencionó “En el pasado, aquellos que buscaron el poder cabalgando en los lomos de un tigre, acabaron dentro de él”.  Vaya tema del viejote… y tan actual.

¡Ánimo ingao..!

Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz.