A cuidar nuestro planeta
Hola amigos lectores, les saludo con el cariño de siempre. Desde el comienzo de la revolución industrial, comenzamos una etapa de progreso científico aplicado a la sociedad que significó un avance relevante para el avance relevante para el mejoramiento de la vida humana. Este periodo propició que se desencadenara un nuevo estilo de vida no solo en el mercado del trabajo sino más aun, en el consumo, de tal manera que se comenzaron a generar soluciones a costa de nuevos problemas sociales y ambientales.
La excesiva explotación de nuestros recursos limitados ha puesto en cuestión la necesidad no solo de cambiar nuestra manera de consumirlos sino de examinar las consecuencias que se han provocado, por ejemplo, la generación de basura que es imposible reciclar, la polución en las ciudades que afectan la calidad del aire, y otros ejemplos que ya no significan un avance real en la perfección de nuestra sociedad.
Es preocupante que no estamos dejando un ambiente favorable a las generaciones que vienen y que tendrán un reto mayor, herencia de nuestro comportamiento.
Es triste ver que por causa humana, los fenómenos meteorológicos se han vuelto más inestables, que hemos provocado inundaciones por no tener conciencia ecológica, ya que las alcantarillas se tapan con la basura que tiramos en las calles, o que deforestamos sin medida grandes extensiones de bosques, acelerando el calentamiento global. Por ello, extiendo un llamado a la comunidad en general a actuar de forma consciente en la manera que contaminamos, tratando de reducir en lo posible los efectos contraproducentes que inevitablemente producimos. Debemos cuidar nuestro propio hogar y sobre todo mantenerlo habitable. Con acciones pequeñas pero eficaces esto es posible revertir, por ejemplo, evitando tirar basura en las calles, haciendo un uso racional del agua y los recursos no renovables, o cambiando nuestros hábitos de transporte, usando otras alternativas. Nos leemos la próxima, que Dios los bendiga.