A LO TIGRES
Murió de nada
A LO TIGRES
Por
Héctor Larios Proa
Bayer Múnich ganó a Tigres 1 a 0 en la final del Mundial de Clubes Qatar 2021. Las cabezas de la prensa deportiva señalan histórico, cumplieron, otros escriben y comentan, faltó garra y propuesta. La falta de objetividad en el análisis impide avanzar a los primeros planos del futbol mundial. El propósito de estas es plantear líneas de explicación que nos ayuden comprender algo
más que un resultado.
Hay equipos que tienen un estilo, características que lo definen, algo muy difícil de lograr. Se requiere decisión y un concepto definido que se trabaja todos los días, sello que Ricardo Ferretti ha logrado inyectar a sus equipos y más a su actual club Tigres de la UANL a lo largo de casi once años ininterrumpidos entrenado al equipo.
Hay equipos que no tienen distintivo propio, pasan los años y no pasa nada. También hay entrenadores que en poco tiempo logran imponer su concepto de juego como es el caso del entrenador del Bayer Múnchen, Dieter Flick, que llegó como entrenador interino en diciembre del 2019, con un porcentaje de 82 % de efectividad ha jugado 68 partidos, ganado 58 y solo perdido 4, cuenta con una plantilla con un valor en el mercado de 879.5 MDE. Estar en la final del Mundial de Clubes permitía lograr 7 campeonatos en una temporada, hazaña que solo el Barcelona de Pep Guardiola, Messi y compañía habían logrado. La otra escuadra los Tigres uno de los clubes más ganadores de la última década en México, con un valor en el mercado de 59.4 MDE, tenían la oportunidad de trascender. Sus jugadores más caros en el mercado de piernas son Thomas Müller, con un valor de 90 MDE y Leo Fernández, uruguayo del equipo norteño de 7.5 MDE que calienta la banca. ¿Qué podía esperar la afición?, ¿cuáles eran las posibilidades para ambas escuadras? Estas y otras puntos los tratamos el día martes 9 de este mes en el programa Invictos.mx.
Una de las cosas más hermosas del futbol es la ilusión de repetir la historia de David y Goliat, es parte de la esencia deportiva, la quimera de lograr una hazaña deportiva. No basta con soñar cosas chingonas, se requiere estrategia, buena dirección para convencer a los protagonistas y astucia en el planteamiento, además de motivos que impulsen a los futbolistas a alcanzar sus metas. Ambas escuadras las tuvieron.
En la cancha, Bayer Múnich
saltó al terreno de juego con su misma formación, una línea de 4 defensores,
dos volantes defensivos, 3 volantes de ataque (formando un triángulo) detrás de
su delantero Lewandowski. Una plantilla
enorme y suplentes de calidad, hizo 3 modificaciones respecto del juego
anterior, incluida su estrella Müller. Tigres repitió alineación y formación,
la variante fue su letal delantero André Gignac haciendo el 5 volante en
labores defensivas, a Sanzón le cortaron la cabellera, movimiento en busca de equilibrar
el medio campo. Equilibrio, principio táctico, que significa atacar o defender
con igual cantidad de jugadores o más. Esa fue la propuesta.
Tigres perdió la posesión del
balón, una de sus características, defendió en su campo con 9, sacrificó sus
mejores armas González y el francés, apostó por la obediencia del plantel. El
liderazgo del “Tuca”, los convenció de jugar en bloque y atrás, cerrando
espacios. Labor que hicieron cabalmente, sufriendo algunos sustos. En términos
generales el equipo cumplió muy bien, es más vimos su mejor versión concentrados
y generosos en el esfuerzo fue su mayor mérito. Nahuel, Salcedo y Gignac,
destacaron.
Pero, como usted vio fueron chatos al ataque,
sin ideas. Por dos cosas, la primera, la ofensiva se basa en individualidades.
Ricardo Ferretti, sin duda uno de los mejores entrenadores de la Liga MX,
prioriza orden y tenencia del balón, sus mejores argumentos en busca de
aprovechar los errores del contrario. Juega a las “caiditas”.
Formula que le ha resultado
porque ha logrado títulos, en este Tigres suma 12 campeonatos en diversas
competencias de 1996 a la fecha sin faltar un torneo. Números que para algunos
son enormes, es verdad. Sin embargo, la otra cara de la moneda es el bajo
porcentaje de efectividad en juegos de finales, ha dirigido 118 en la Liga con
solo 5 títulos. Usted dirá.
La historia se repite de aquel
lejano mundial de EUA 94, y los famosos cambios omitidos por Mejía Barón, su
actual auxiliar, la dupla decidió dejar en la banca a Hugo Sánchez, “para no
descomponer al equipo”, la falta de astucia para tomar riesgos lo pinta de
cuerpo entero. La historia se repitió en la final de la Libertadores en 2015,
Tigres se murió de nada.
Este sucinto repaso de cómo y
a qué juegan los equipos de Ferretti tiene una explicación, muy sencilla, entrena
sus prioridades defensivas, no ha mostrado un diseño ofensivo que genere
condiciones de espacio y tiempo para brindar el balón a sus delanteros,
regularmente muy buenos, no ayuda al equipo con movimientos de distracción,
variantes que la imaginación le permitan. Ha desaprovechado a grandes jugadores
por no adaptarse a su estilo, por no querer sacrificarse en la marca. Da la
imagen de contar con un pobre repertorio ofensivo, añora a Damián Álvarez.
¿Por qué lo hace?, muy fácil, Ferretti,
hombre inteligente, entendió a la perfección el futbol mexicano, un torneo
donde califican 12 de 18, estilo que a veces transita por la irregularidad a
sabiendas que logrando puntos está en zona de calificación, inercia difícil de
sacudirse en una liguilla de juegos a muerte, por eso la liguilla es más
emocionante. Solo que para ganar hay que arriesgar. Tener variantes ofensivas
no necesariamente significa perder orden. Pero te lleva perder campeonatos. El
día de ayer fueron contados los ataques y tiros al arco, ni cómo ayudarlo. Una
vez más perdió la oportunidad de trascender. Volvió a morir de nada.
Felicidades a los jugadores de
Tigres que se brindaron dejando en claro que las distancias de dinero y
organización deportiva en la cancha se pueden borrar. Que viva el futbol.
Imagen FIFA
hectorlarios69@hotmail.com
/ Twitter @Larimex