A trabajar por un mejor distrito

Linda Rubi Martínez Díaz

Hola amigos lectores, les saludo con el cariño de siempre. Antes que nada, quiero aprovechar este espacio para agradecer infinitamente a todas las personas que apoyaron este proyecto de suplencia en fórmula con Noemí Guzmán. Son más de 15,000 votos lo que nos da la diferencia a favor, por lo que el compromiso de ahora en adelante es volver a tener contacto con la gente para seguir efectuando la verdadera esencia de la política: servir a quien más lo necesita. Es tiempo de invitar a la unidad de tal forma que la participación de todos, independiente de las ideologías y preferencias electorales, se vea reflejada en cada propuesta legislativa y política pública a defender.

Agradezco mucho la hospitalidad de la gente que me fue recibiendo en los recorridos casa por casa, que me compartió sus preocupaciones más apremiantes, y con quienes transmití nuevas esperanzas para el futuro que viene. También agradezco a muchos lectores míos que me reconocieron y con quienes refrendé mi compromiso de una política de servicio respaldada por gente con valores morales y buena preparación académica.

Esta campaña no fue fácil. Es benéfico que se haya restringido el financiamiento a los partidos políticos porque así nos concentramos en convencer con la palabra y las ideas a los electores. Además se redujo el tiempo de proselitismo, lo cual nos orillaba a duplicar esfuerzos para llevar nuestro mensaje a la mayor cantidad de gente posible. Eso y las campañas sucias hacia nosotros complicaba el escenario deseable de libre tránsito de ideas sin manipulaciones mediáticas. Es entendible que muchos de nuestros oponentes prefirieran estas campañas de desprestigio, aunque no es válido por la salud de nuestra democracia. Sin embargo, reconozco el trabajo de todos y los invito ahora a trabajar juntos por un mejor distrito.

Quiero agradecer al Senador José Yunes Zorrilla, por el respaldo incondicional hacia una servidora en particular, y para el proyecto en general. Gracias también a mi familia, a mis padres, hermanos, tíos y primos; a mi esposo y a la familia de mi esposo; a mis amigos de escuela y de vida. Esta campaña me dejó grandes enseñanzas y lecciones de vida, y me han motivado a seguir preparándome para continuar con esta política de servicio.

Nos leemos la próxima, que Dios los bendiga.