Abuelos desamparados
Abuelos desamparados
Por Brenda Caballero
Todas las mañanas escuchaba a mi vecino bajar las
escaleras. Siempre antes de las siete de la mañana. Tenía que estar cuando
abrieran el supermercado, pues era empacador voluntario. Ante la pandemia de la
Covid-19, en abril, lo mandaron a su casa,
por su edad, al ser parte de la población vulnerable de los adultos
mayores. A la fecha no ha regresado y de acuerdo a los semáforos, no hay para
cuando.
Misma suerte sufrió otro vecino que todas las tardes
atravesaba el estacionamiento para dirigirse a empacar víveres voluntariamente
al mismo supermercado.
Realmente no sé si sean jubilados, pero lo que sí sé
es que al ir a trabajar todos los días de empacadores, si tuvieran pensión,
ésta no les alcanzaría.
Se tienen referencias que alrededor de 35 mil
mexicanos entre los 60 y 74 años son los que trabajan voluntariamente en los
supermercados, ganando en promedio 200 pesos diarios; al ser voluntarios no
cuentan con prestaciones de seguridad social ni con un sueldo fijo… ¡vamos!
ni con medio salario.
Algunos supermercados han sido solidarios con ellos y
cuando pagas tu súper, te preguntan si quieres donar a los empacadores
voluntarios. Te lo incluyen en tu ticket de compra. Algunos otros tienen un
recipiente transparente con etiqueta para ellos donde puedes donar unas
monedas.
¿Pero acaso lo donado les alcanza para cubrir sus
necesidades básicas?
En México no existen políticas públicas para la
atención de los adultos mayores y aunque por parte de Gobierno Federal existe
un apoyo monetario bimestral, los dos mil seiscientos veinte pesos que les
entregan mediante los programas de Bienestar, son insuficientes para poder
tener acceso a una alimentación de acuerdo a su edad o para tener servicios
médicos geriátricos.
Llama la atención que en plena pandemia, el pasado 30 de
julio, el Congreso local de Veracruz decidió abrogar la Ley 223 que reconocía
el derecho de las personas físicas, mayores de setenta años de edad, que no
tenían ningún ingreso y que no contaban con la protección de los sistemas de
seguridad social, a recibir una pensión alimenticia por parte del gobierno del
estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, que consistía en 5 mil 544 pesos
cada tres meses. El argumento de los diputados era que al recibir el apoyo
federal y estatal, el ingreso estaba duplicado. Recordemos que el estado les
pagaba mil ochocientos cuarenta y ocho pesos mensuales contra mil trescientos
diez que reciben actualmente.
Bueno, eso sí están inscritos en el padrón federal.
Lo que llama la atención es que las pensiones para
adultos mayores ya estaban presupuestadas y aprobadas por el mismo Congreso del
Estado para este año 2020. ¿Qué pasará con ese recurso?
Urgen políticas públicas para proteger a los adultos
mayores pues de acuerdo a las proyecciones de población 2010-2030 del Consejo
Nacional de Población (Conapo) Veracruz tendrá 50 adultos mayores por cada 100
jóvenes, dato que se agravará con la pandemia pues ya en algunas empresas
empiezan a liquidar a los adultos mayores que trabajan con ellos, por
considerarlos población vulnerable.
@NumerosRojos_BC
caballero_brenda@hotmail.com