Acela Servín, con Cuitláhuac
APUNTES
Manuel Rosete Chávez
“Guillermo Zúñiga Martínez, ejemplar
orador, educador, funcionario y político”
Yo
El próximo domingo 29, a las nueve de la mañana, en el Paseo de Los Lagos, el candidato de Morena al Gobierno del Estado, Cuitláhuac García Jiménez, inicia su campaña de proselitismo electoral rumbo a la elección del primero de julio. Lo acompañará la directiva estatal de su partido, encabezada por Manuel Ladrón de Guevara; de parte del CEN, viene la atleta, medallista olímpica y morenista de cepa, Ana Guevara. Lo atractivo de este arranque de campaña es la presentación que hará Cuitláhuac del sobrino de Acela Servín Murrieta, un joven a quien la lideresa recomienda para que se haga cargo de la dirección del Instituto Veracruzano del Deporte (IVD), por lo que Acela la jugará con Morena.
Carnaval de banalidades
En opinión de don Emilio Álvarez Icaza, presidente de la organización civil “Ahora”, que se ha sumado a la candidatura presidencial de Ricardo Anaya, un debate es el momento para lograr un voto informado. Es la oportunidad que tiene la ciudadanía para ver de qué están hechos los candidatos.
Lamentablemente para los mercadólogos (ellos a eso se dedican) y para los analistas de las televisoras comerciales, es muy importante definir, tras un debate como el del domingo por la noche entre los candidatos presidenciales, quién ganó.
Y ellos, en lo que llaman postdebate, de acuerdo a sus intereses, manipulan comentarios de tal forma que justifican irregularidades; si su cliente falló, descalifican a quien haya sobresalido y siempre encuentran la forma de colocar en el primer lugar a quien paga sus intervenciones, sus becas o los jugosos ingresos que obtienen por participar en estos eventos. Por eso es que les apura declarar ganador de un debate.
Pero este lunes, de las 13:00 a las 14.30 horas, pudimos escuchar a través de Uninoticias, el noticiero más completo de la radio en Veracruz, la opinión de cada uno de los voceros de los candidatos acerca del debate.
En ningún caso escuchamos voces triunfalistas ni vaciladas, cada vocero dio su punto de vista muy objetivo y cercano a lo que vimos la noche del domingo de ese importantísimo encuentro que esperábamos sería de confrontación de proyectos, de ideas, de programas de fórmulas para resolver los más graves problemas del país, pero no. El famoso debate, desde nuestro punto de vista, fue una retahíla de descalificaciones, cuestionamientos nada nuevos en contra de López Obrador, quien simplemente no quiso responder a ninguno, un duelo de tú eres más corrupto que yo porque quienes te apoyan son así.
Lamentable que en este primer encuentro se haya perdido la oportunidad de que el votante vaya formando una idea más clara de quién es el que más conviene que asuma la Presidencia de la República en este difícil momento en el que nos encontramos. El voto informado no avanzó en el primer debate. La señora Zavala con su misión de cooptar el voto de la mujer, lo hizo bien. El Bronco, en su tarea de golpear a AMLO, no resultó eficiente aunque sí dejó clavada la espinita de las escuelas militarizadas (bachilleres) que tan bien le han funcionado porque ahí se rescata el respeto a los maestros, la disciplina, los valores y abrevar conocimiento es menos complejo. López Obrador, montado en su ventaja, ni hizo ni dijo nada, le valió madre el debate; así como llegó, se fue, sin despedirse. Ricardo Anaya, quien aprovechó la oportunidad para tratar de demostrar que es mejor que Meade, y el mismo Pepe Meade, con su estilo académico, doctoral, que se comporta como el catedrático de la facultad, sin lograr hacer clic con el pueblo, aunque sus propuestas sean las mejores, solo le falta aderezarlas con leyendas de Chava Flores.
Tal como lo definió el maestro Álvarez Icaza, el primer debate fue “un carnaval de banalidades”.
Se terminó el bienio
Normalmente, una administración estatal comienza a hacer los preparativos para la entrega-recepción siete meses antes de que termine su periodo. Esto, cuando hay garantía de que el partido político en el poder continúa ahí y los “errores” que se cometan no merezcan siquiera una reprimenda, pero en las circunstancias actuales, cuando el candidato del partido más odiado por el gobierno panista de Miguel Ángel Yunes Linares, Morena, va a la cabeza en las preferencias electorales y no se ve cómo le puedan ganar, las cosas se ponen color de hormiga.
Por eso es que el contador Lorenzo Antonio Portilla, Auditor General del Órgano de Fiscalización Superior (Orfis), quien a cambio de impunidad entregó los expedientes de la corrupción de los duartistas, anda desesperado convocando a los titulares de las dependencias del Ejecutivo para que vayan poniendo todo en orden porque el tiempo apremia, y si Miguel Ángel Yunes Linares no logra imponer a su hijo como sucesor, muchos irán a la cárcel por haber abusado, en solo año y medio de estar en el poder, de los recursos públicos además de los negocios que han hecho aprovechando su estancia en el gobierno.
La desesperación comienza a hacerse general y a pesar de la calma que aparenta tener sobre este asunto el titular del gobierno, el jefe del clan Yunes, la angustia se ha apoderado de muchos miembros del equipo quienes analizan formas para salir huyendo y ponerse a salvo de lo que parece inevitable.
Bien decía el maestro Guillermo Zúñiga Martínez: Los carniceros de hoy serán las reses de mañana.
No invitaron a Yunes
La familia Chedraui, organizadora del evento realizado el fin de semana en el Club Hípico de Coapexpan, decidió no invitar al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares; sí lo hicieron para la inauguración del área deportiva de la Universidad Anáhuac campus Xalapa. Pero en lo del hipódromo trascendió que durante su visita a la región Xalapa-Coatepec, hubo un discreto encuentro entre el magnate Bill Gates con un ex-Presidente de la Fundación Arturo Rosenblueth, dos ex-Rectores de la UV y un altísimo servidor público de la Secretaría de Educación Pública del Gobierno Federal. Por los perfiles de los asistentes, se intuye que el tema principal fue la educación.
Veracruz, más violento: Meade
El candidato de la coalición PRI-PVEM-PANAL a la Presidencia de México lo pudo confirmar durante su presencia en tierras veracruzanas a principios de mes: solo en Boca del Río, municipio donde estuvo presidiendo un acto proselitista el pasado 9 de abril, amanecieron cinco ejecutados en un domicilio donde se encontró también droga.
Con el gobierno del panista Miguel Ángel Yunes Linares, Veracruz disparó sus índices delictivos en todas sus formas y mantiene un clima de terror que no lo teníamos ni cuando Javier Duarte estaba al frente de los destinos de la entidad.
En su discurso, el candidato Meade lo mencionó con especial énfasis, porque se trata del principal problema que enfrentamos, y lo peor de todo es que no se le ve solución por ninguna parte, al contrario, cada día que pasa son más los crímenes que se cometen; ejecuciones, asaltos que terminan en homicidios, secuestros, extorsiones, robo de autos y, lo más alarmante, robos en el interior de los domicilios hasta donde ingresan comandos de asesinos fuertemente armados, roban lo que quieren, si encuentran jóvenes los violan y si alguien se opone lo asesinan.
Ese es el Veracruz que tenemos, ese es el Veracruz que el gobierno del Partido Acción Nacional impuso a través de Miguel Ángel Yunes Linares, que no combatió a los corruptos como lo prometió en su campaña, pero que hace todo lo que está a su alcance (uso de recursos públicos) por imponer a su hijo como sucesor para continuar con este exterminio de paisanos.
Reflexión
Primero les quitan el fuero, luego El Bronco les quiere cortar las manos… a ese paso, ningún político veracruzano querrá participar en nada.
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