Acoso en Cobaev
Acoso en Cobaev
Números Rojos
Por Brenda
Caballero
“Desde que me llamaron, me puse a disposición de las
actividades que me fueron encomendadas. Poco después me cambiaron de oficina
junto a otras compañeras. No quisiera pensarlo, pero parecía que nos habían
‘congelado’: Oficinas sucias, sin internet para trabajar y hasta con una
persona con ‘marca personal’, casi-casi como capataz. Tenían toda la intención
de corrernos”.
La de la voz es una trabajadora del Colegio de
Bachilleres del Estado de Veracruz, quien narra ¿el acoso? ¡No! ¡El terrorismo
con que a ella y a otros compañeros la han sometido, a tal grado que le han
suspendido pagos poniendo en riesgo, no sólo su economía, sino hasta su salud,
por las razones que más adelante explica…
Desde el 2019, Alejandro de la Cruz Garnica Fernández,
a su ingreso como director administrativo del Cobaev, de manera reiterada se ha
dedicado a agredir, ofender, violentar, amedrentar, “ha insultado a varios
trabajadores refiriéndose a ellos como ‘aviadores, ineptos, incapaces,
estúpidos, corruptos, ladrones y vendidos’. No solamente soy yo, más compañeras
y compañeros han sido violentados en sus derechos”, narra quien pide el
anonimato por temor a más represalias.
Pero su comportamiento no es nuevo, desde el año
pasado hay expedientes, notas periodísticas, oficios en la Contraloría, en la
Fiscalía, en la Comisión Estatal de Derechos Humanos, en la Secretaría del
Trabajo, “pero no le hacen nada porque él afirma que pueden hacer lo que
quieran porque cuenta con el apoyo del subsecretario de Sefiplan”. Así,
expresiones como “¡Hagan lo que quieran, demándenme, por lo pronto no les pago
y háganle como quieran!”, esgrime ese servidor público.
Ella narra que el año pasado, él encerró durante todo
un día a 7 trabajadores para que firmaran actas en las que aceptaban cambio de
funciones; incluso, a 20 trabajadores, durante tres meses, les suspendió su
quincena, “de la misma forma que lo hizo conmigo y otros 3 sindicalizados, de
los cuales una es madre soltera y otro compañero tiene cáncer”.
El pasado 14 de julio de 2020, cuando tenían que
pagarles la quincena, ya no hubo depósito, “siendo que es ilegal retenernos
nuestro sueldo”. Ese mismo día, vía telefónica, a tres mujeres dieron plazo de
72 horas para apersonarse en Recursos Humanos y entregar documentos para el
expediente, “no importando mis condiciones de personal de riesgo ante la
pandemia de Covid-19, pues padezco fibromialgia, enfermedad pulmonar
obstructiva crónica (EPOC) y obesidad, y de acuerdo a los Decretos publicados
en el Diario Oficial de la Federación, debía permanecer en casa”.
En el caso de su compañero con diagnóstico de cáncer,
fue visitado en su domicilio y notificado “al igual que a nosotras, de
suspensión temporal de los efectos de nuestro nombramiento”. El 31 de julio de
2020, tampoco hubo depósito de salario.
Precisa que de acuerdo a lo establecido en la cláusula
118 del Contrato Colectivo de Trabajo, para que proceda la suspensión de
sueldos y funciones, “debieron levantar Acta Circunstanciada, observando lo
dispuesto en las cláusulas 51 a 55 del CCT, ya que la retención del salario
atenta en estos momentos de emergencia sanitaria y de salud, contra el derecho
a la dignidad humana y en perjuicio de nuestros derechos laborales”.
Antes de retirarse, me enseña los escritos que ha
entregado en diversas dependencias, así como sus notas médicas del IMSS, pues
la dieron de baja del ISSSTE a pesar de sus padecimientos en medio de la
pandemia de Covid-19.
¿Dónde quedaron las disposiciones federales de no
despedir trabajadores en medio de la pandemia? ¿Dónde quedaron los Protocolos
de Atención y Prevención contra el Acoso y el Hostigamiento en la
Administración Pública? ¿Acaso ya fueron ocupadas esas plazas, siendo que están
en litigio?
@NumerosRojos_BC
caballero_brenda@hotmail.com