ACUSA XÓCHITL INTIMIDACIÓN DEL NARCO EN GIRA POR CHIAPAS
ACUSA XÓCHITL INTIMIDACIÓN DEL NARCO EN GIRA POR CHIAPAS
Jorge Ricardo Nicolás
Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO 27-Apr-2024
.-HUIXTLA.- Xóchitl Gálvez, candidata presidencial de PAN, PRI y PRD, así como
promotores de su candidatura, acusaron que la delincuencia organizada intimidó
a sus seguidores para que no asistieran a sus mítines de campaña en Chiapas.
Después de dos mítines en Tapachula y Huixtla,
donde hubo sillas vacías, la abanderada de la Oposición acusó presiones contra
los transportistas para que no dieran servicio a la población.
«Amenazaron al transportista y le
dijeron, como dicen aquí los compañeros: ‘aquí manda el crimen'», aseguró
la abanderada Xóchitl Gálvez.
«Los amenazaron y pues nosotros lo que
decidimos es hacer el evento con los que pudieran llegar, sin necesidad de
transporte», declaró Xóchitl en Pijijiapan, a una hora de Tonalá, durante
una pausa que hizo en la carretera para saludar a una decena de simpatizantes.
Willy Ochoa, candidato de PAN, PRI y PRD al
Senado, acusó que la delincuencia presiona para que no se hable de la violencia
que se vive en la región.
«Hoy les digo a todas y a todos ustedes
que el Gobierno de la delincuencia organizada, de nuestros opositores, son los
que están bloqueando los eventos para que la gente no venga a escuchar cuál es
la realidad que vive Chiapas», aseguró la candidata.
Gálvez fue escoltada por tres patrullas de la
Guardia Nacional y una de la policía estatal, así como una ambulancia de la
Sedena, durante sus recorridos por esta región de Chiapas. Se trata del
protocolo de «máxima seguridad», diseñado por el INE junto con
autoridades federales de seguridad.
En Huixtla, Xóchitl pidió a sus simpatizantes
que abrieran los ojos.
Con un huipil rojo, lanzó a
gritos desde el templete: «¡Despierten, despierten chiapanecos! ¡No
merecen sus hijos su cobardía! ¡No merecen sus hijos que ustedes no den la
pelea!», dijo al pequeño grupo, unos 200 de pie entre las mil sillas
disponibles bajo el techumbre de lámina.
Sudorosos, agitando banderas blancas y azules,
rojas y verdes, amarillas y negras, sus simpatizantes sin embargo iban a
decirle que tenían miedo.
«Nos amenazaron para que no
viniéramos», gritó un hombre bañado en sudor, la playera roja, la barba
rala de alambre, la saliva brincando con cada palabra.
«Somos de la sierra, donde ahí está el
crimen organizado, ahí se ven las armas de los narcos de Sinaloa, de Jalisco.
Ahí se disputa en la plaza de nuestra sierra. Nos han intimidado pa’ todo, pa’
todo, pa’ todo. Es más, a mí me han golpeado», gritó al final del discurso
de la candidata presidencial y luego lo repitió en entrevista.
Si era una explicación por la falta de
seguidores del Frente opositor en el estado gobernado por Morena y donde el
Presidente Andrés Manuel López Obrador presume más de 80 por ciento de apoyo,
de cualquier forma el Ejército mexicano tomó previsiones.
Al menos cuatro camionetas verde olivo y una
ambulancia se turnaron en custodiar el recorrido de Gálvez desde Tapachula a
Huixtla y luego a Tonalá, donde tenía programados sus actos de campaña.
La candidata presidencial, que regularmente
ocupa una sola patrulla, además de dos autos particulares, avanzó esta vez
además con un convoy de tres camionetas de la Guardia Nacional –cinco
militares con armas largas en cada una–, más una patrulla y otra camioneta de
la Policía estatal.
«Hubo un maestro que se llamaba Artemio
López, después de ver tanta violencia en su pueblo, decidió convocar a una
marcha por la paz, y a la noche siguiente entraron a su casa a matarlo. Le
sacaron los ojos, eso se supo, no sé si fue cierto o no», dijo la panista.
«¡Sí!», respondieron
sus simpatizantes en el salón vigilado por un militar con fusil en la entrada.
El episodio que relató ocurrió el 21 de
octubre en Chicomuselo, a tres horas de ahí. El profesor Artemio
López había sido orador en la marcha contra la violencia el 12 de ese mes,
y nueve días después, en la madrugada, los asesinos y torturadores entraron a
su casa.
En septiembre pasado, en Frontera Comalapa,
desfiló un convoy del Cártel de Sinaloa entre aplausos de la población, porque
supuestamente les iba a dar seguridad contra el Cártel Jalisco Nueva
Generación, que les disputa la plaza.