ADONDE VA EL AMOR…
ADONDE VA EL AMOR…
Por Ramón Durón
Ruíz (†)
Padre éste 14 de febrero, Día
del Amor y la Amistad, permíteme que te pida 10 regalos:
1.- Enséñame a encontrar
conocimiento en la crítica; porque tú me has enseñado que los hombres
son como los cometas, nunca se elevan con el viento…sino contra de él.
2.- Regálame un canario que
me enseñen a cantar en libertad y volar tan alto como la esperanza.
3.- Regálame tiempo para
aprender a amar y admirar a la persona que ha estado y estará conmigo
toda la vida…yo mismo.
4.- Dame sabiduría para
saber porque y para que existo, ayúdame a encontrar la misión a la que me
enviaste a la tierra.
5.- Enséñame a ser diligente para
entender que mi casa es tan sólo una posada al borde del camino, un lugar para
crear y crecer brevemente para luego emprender el más hermoso viaje hacia donde
se encuentra tu luz.
6.- Dame un botellón tan
grande como transparente, para guardar las sonrisas de los niños, los
consejos de las madres y la sabiduría de los viejos… ¡¡aahh pero regálamelo
sin tapa!!…para nunca dejar de escuchar la sinfonía de sus sonidos.
7.- Enséñame a entender que el
sufrimiento es el termómetro del alma, el principal impulsor de mi
crecimiento espiritual.
8.- No permitas que me invada
el orgullo si triunfo, ni la desesperación si tropiezo, más
bien enséñame que los tropiezos son la experiencia que preceden al triunfo.
9.- Regálame tres cierres: uno
para abrir la mente cuando necesite encontrar tus respuestas, otro para cerrar
la boca cuando requiera callar y otro para abrir mi corazón ante el dolor ajeno.
10.- Padre al contacto del amor…vuélveme:
escultor, pintor, artista, poeta, cantante o loco…pero no me dejes sin
amor; porque un hombre sin amor…es como un barco que viaja sin
estrellas en el firmamento.
En Güémez entendemos que el amor domina
todas las cosas, es la fuente inagotable de la vida, tan grande como el
universo, tan pequeño como un suspiro; “el amor es el único deporte
que se juega mejor ante la ausencia de luz”; para este Filósofo “el amor es
como el fútbol, lo perseguimos apasionadamente y una vez que lo hemos
alcanzado…¡LE DAMOS UN PUNTAPIÉ!”; “el amor es como lo rico
y lo pendejo…¡DEMASIADO DIFÍCIL PÁ OCULTARSE!”; su magia consiste
en que a quien toca lo convierte en un ser nuevo, lo transforma.
A propósito, doña Calcania un día salía
de su casa al mercado cuando se encontró en la acera de su casa a cuatro
viejecitos que amigablemente platicaban, los miró de arriba abajo y viendo que
sus rostros reflejaban hambre, se paró frente a ellos diciéndoles amablemente:
–– Permítanme invitarlos a pasar a mi
casa y ofrecerles de desayunar.
–– No podemos entrar los cuatro.
–– ¿Y eso? –preguntó intrigada la
señora.
–– Es que somos la riqueza, la
felicidad, el amor y la sabiduría, requerimos que lleves sólo
a uno.
Calcania regresó a su casa, le comentó
lo sucedido a Triquino –su esposo–, quien rápidamente decidió:
–– Invita a la riqueza, así tendremos
todo lo que queremos –dijo frotándose ambiciosamente las manos.
–– Mejor invitemos a la sabiduría, nos
hará llegar a donde deseamos sin complicaciones –dijo en tono de codicia su
esposa–, todos se rendirán a nuestro paso.
Doña Salmonela –la abuelita del señor–,
que atenta escuchaba la plática, dijo:
–– Inviten al amor,
acuérdense que “más sabe el diablo por viejo, que por sabio”.
Mal que bien, y rezongando, doña
Calcania salió e invitó al amor a pasar, no había dado tres
pasos cuando se pararon también, la felicidad, la sabiduría y la riqueza,
la señora volteó a verlos, éstos se concretaron a sentenciar:
–– Si usted hubiese escogido a uno de
nosotros, entraríamos solos; pero adónde va el amor siempre lo
acompañará… ¡LA SABIDURÍA, LA FELICIDAD Y EL DINERO!