Aeropuerto a Consulta Pública
- Corresponde al titular del Poder Ejecutivo tomar decisiones
- La voz de los expertos y técnicos es la que debe prevalecer
- Otros temas de interés nacional ¿también serán encuestados?
Por Miguel Angel Cristiani G.
Pareciera que la decisión del presidente electo Andrés Manuel López Obrador de someter a consulta pública la determinación sobre la construcción del aeropuerto internacional en el centro de nuestro país, fuera un acto más de campaña, es decir que trata de quedar bien con todos los que lo escuchen, pero eso ya no es posible.
Desafortunadamente la campaña electoral en busca de simpatizantes y votos ya quedó atrás, ahora Andrés Manuel López obrador no es el eterno candidato prometiendo solucionar todo, es el depositario del Poder Ejecutivo Nacional, es decir ahora le corresponde tomar decisiones y ejecutar lo mejor para nuestro país.
Esta muy bien que se haya consultado a los expertos, a los ingenieros, a los constructores y a los distintos sectores relacionados con la construcción del aeropuerto y en base a ello es que se debe de tomar la decisión más conveniente, así de fácil.
Porque eso de que vamos a hacer una consulta nacional, suena más a un acto irresponsable de demagogia o de tratar de evadir la responsabilidad de decidir si se continua o se para la obra en la que ya se han gastado más de 100 mil millones de pesos y lo que falta.
Por principio de cuentas, habría que preguntar cuantos mexicanos están interesados en participar en la encuesta, más aún, cuantos tienen información para poder opinar si se debe terminar o hacerlo en otro lugar.
Hay que diferenciar entre lo que sería una encuesta, con un número mínimo de participantes, que si lo que se pretende hacer es una consulta popular, que tendría que abarcar al mayor número posible de votantes.
En este último caso, la consulta tendría que ser encargada a alguna institución oficial, como el Instituto Nacional Electoral y a los OPLES estatales, lo que también significaría que se tendrían que destinar recursos económicos y presupuestales para poderla realizar.
También se ha cuestionado el porqué se va a convocar a una consulta en el tema de la construcción del aeropuerto internacional y no se someten a consulta pública otros asuntos en los que la población no solamente puede tener una opinión más documentada, sino incluso porque habría de salir beneficiada o afectada, según se trate, como la descentralización de las dependencias federales, en las que ya varios gobernadores, han manifestado su oposición.
Tampoco se consultó para decidir la construcción del ferrocarril turístico del sureste.
Otro tema que bien pudo someterse a consulta es el de la construcción de las dos nuevas refinerías, en donde los trabajadores petroleros tienen mucha experiencia y seguramente que podrían presentar valiosas ideas sobre lo más conveniente que se debe de hacer.
Entonces, porqué una si se va a consulta pública y los otros asuntos simplemente se toma la decisión sin hacer ni siquiera un foro de consulta.
El problema es que si una decisión que debe de estar sustentada en las opiniones técnicas, se toma en base a lo que sería una determinación de tipo política, entonces se puede estar cayendo en un remedio peor que el que se pretende corregir.