Aguinaldos
Aguinaldos
- Otra mala ocurrencia del presidente López Obrador
- Hasta publicó un decreto en el Diario Oficial
- Tuvo que dar marcha atrás y dejarlo como voluntario
Por Miguel Angel Cristiani Gonzalez
Como ya no se sabe en la
administración de la Cuarta T, de dónde más sacar dinero, luego de la desaparición
de los fideicomisos, ahora nuestro señor presidente Andrés Manuel López tuvo la
brillante ocurrencia, que había que bajarle a la mitad el aguinaldo a los
funcionarios y trabajadores del gobierno federal.
Así como lo ve usted, el jueves de la
semana pasada, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el decreto de
la Presidencia de la República “que establece las disposiciones para el
otorgamiento del aguinaldo correspondiente al ejercicio fiscal de 2020”.
Sin tomar en cuenta la mismísima Constitución
General de la República, las leyes y reglamentos en donde está establecido los
montos que como dirían los abogados “por ley” se tiene que entregar a todos los
trabajadores, nuestro presidente simplemente tuvo la ocurrencia de que era
mucho dinero lo que se tenía que pagar y en consecuencia lo mejor era que en
lugar de cuarenta días fueran nada más veinte días de aguinaldo y a los
funcionarios de alto nivel, de plano no les dieran aguinaldo, total para qué.
En una verdadera “joyita” del autoritarismo
del bien llamado “pinche poder” pues simplemente mandó a publicar un decreto en
el Diario Oficial de la Federación, que entre otras cosas ordena lo siguiente:
ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR,
Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, en ejercicio de la facultad que me
confiere el artículo 89, fracción I, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, con fundamento en los artículos 75 y 127 de la propia
Constitución; 42 Bis de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del
Estado, Reglamentaria del Apartado B) del Artículo
123 Constitucional; 31 de la Ley
Orgánica de la Administración Pública Federal; 2, fracción XLVI, 64 de la Ley
Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria; 4, fracción V y 20 de la
Ley Federal de Austeridad Republicana, y 18 y 19 del Decreto de Presupuesto de
Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2020, y CONSIDERANDO
Que con motivo de la emergencia
sanitaria derivada por el virus SARS-CoV2 (COVID-19) y que ha repercutido en la
situación económica en México, el Ejecutivo Federal a mi cargo ha establecido
una serie de medidas de austeridad y racionalidad en el gasto público de
observancia en las dependencias y entidades de la Administración Pública
Federal, con el propósito de reorientar recursos para enfrentar la pandemia
generada por el virus;
Ese fue el mismo pretexto que se
utilizó para la desaparición de los fideicomisos, pero hasta la fecha, nunca se
ha transparentado la información, de en qué y en donde se va a invertir los
millones de pesos “recuperados”.
En el decreto se asegura que el moche
al aguinaldo de la burocracia y altos jefes será para Que sin dejar de observar
el propósito antes referido, para el presente ejercicio fiscal el Ejecutivo
Federal a mi cargo ha decidido “otorgar un aguinaldo al personal operativo de
confianza, enlace, mando, categorías y personas físicas que prestan sus
servicios mediante contrato de honorarios a las dependencias y entidades de la
Administración Pública Federal, con cargo a recursos del capítulo de servicios
personales, así como a las personas que reciben haberes de retiro, pensión
militar, pensión civil, pensión de gracia, y los deudos de dichas personas a
quienes se les haya otorgado una pensión del Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales de los Trabajadores del Estado o con cargo al erario federal”
Pero para que no se hagan ilusiones,
se aclara: Que el otorgamiento del aguinaldo debe ser congruente con los
principios de austeridad republicana que se han establecido en la
administración del Ejecutivo Federal a mi cargo. y
Que a fin de ser coincidente con las
medidas de austeridad que he venido impulsando, “he tomado la decisión de
reintegrar a la Tesorería de la Federación el 100 por ciento del monto que
reciba por concepto de aguinaldo y gratificación
de fin de año en términos de las
disposiciones jurídicas aplicables, y que históricamente equivale a 40
días por esos conceptos, para que se destinen a dar atención a las necesidades
derivadas de la emergencia generada por el virus SARS-CoV2 (COVID- 19) en
México”, he tenido a bien emitir el siguiente DECRETO
Artículo Primero. – El presente
Decreto tiene por objeto establecer las disposiciones para el otorgamiento del
aguinaldo correspondiente al ejercicio fiscal de 2020, que efectúen los
ejecutores de gasto siguientes:
Dependencias: las Secretarías de
Estado, incluyendo a sus órganos administrativos desconcentrados, los Órganos
Reguladores Coordinados en Materia Energética, y la Consejería Jurídica del
Ejecutivo Federal. Para los efectos del presente
Decreto, quedan comprendidas en esta fracción la Oficina de la Presidencia de
la República y los tribunales administrativos, y Entidades: las entidades
paraestatales de la Administración Pública Federal.
Lo bueno fue que al parecer, alguien
se atrevió a decirle que esa ocurrencia era una tremenda barbaridad jurídica y
por eso, en la siguiente conferencia mañanera, desmintió su propio decreto
presidencial y dijo que no era obligatorio, que sería voluntario -como si
hubiera alguien en sus cinco sentidos que quiera que le bajen a la mitad o de
plano no le den su merecido aguinaldo- ¡hágame usted el favor! Como diría mi
abuela ¡venga más y líbranos señor!
Bien dice Pancho López el filósofo de
mi pueblo: “no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace gobernante.”