AHUED O PEPE, ESCENARIO IDEAL PARA EL 2024
AHUED O PEPE, ESCENARIO IDEAL PARA EL 2024
Línea
Caliente
Por Edgar Hernández*
Poco
a poco van cayendo los naipes rumbo a la lucha sucesoria.
Cada
quien con su cada cual toma su lugar y quienes en el atrabancamiento se sentían
los elegidos, hoy buscan tablas de salvación vía curules o escaños para evitar
ir a prisión en el juicio final que inicia en 2024.
A la
vera del camino y del lado del partido en el poder, van decantando y perdiendo
fuerza personajes como Rocío Nahle, más preocupada por rendir cuentas de cara a
su desmedida corrupción y salir adelante con el elefante blanco de “Dos Bocas”,
que andar pensando que, a una orden suya, se modifique la Constitución
veracruzana para poder acceder a la gubernatura.
Y es
que al detalle de no ser veracruzana –se cree que nació en Zacatecas- se suma
la antipatía ciudadana por tan arrogante dama.
Mientras,
otro que reclama oriundez, aunque nunca vivió en el solar, es Sergio Gutiérrez
Luna “Gutierritos”. Este, como los cohetones, el día de la fiesta se van al
cielo iluminando de fantasías nuestro escenario político. Hoy, sin embargo,
este exhibicionista “mequetrefe” no es más que una vara en el piso.
Se
le acabó el dinero y se quedó solo.
El
Bola #8, Gómez Cazarín, Huerta Ladrón de Guevara y uno que otro trasnochado,
con más fama de acosadores y saqueadores del erario que de políticos de altos
vuelos con legítimas aspiraciones, han visto sus sueños convertirse en
pesadillas.
A 18
meses del arranque del llamado “Año Electoral” y de cara a que este cuento se
está acabando, andan tras la búsqueda de fuero más que pretender jugar por la
gubernatura en el 2024.
Queda
pues, en ese apanicado escenario Ricardo Ahued, tabla de salvación de
Cuitláhuac.
Por
eso tan amigos.
Esa
es la razón por la cual en menos de cinco meses le da tanto lustre a Xalapa con
obras de escenografía, sin “Tren Ligero”, por supuesto.
El
dinero que se le entrega a Ahued para obra pública y rescate de la cultura, el ser
el favorito de Palacio que nunca se equivoca, por ser considerado el más
honesto y el más trabajador, el fiel escudero que se arrodilla ante el Bola #8
y finge sumisión, el que no barre para atrás y por conveniencia echa bajo la alfombra
toda la suciedad que dejó Hipólito, se convirtió en la tabla de salvación del
Cui.
Es
su jueguito perverso.
Y es
que si bien de cara a la opinión pública capitalina –que no de los 211
municipios restantes- es el mejor, el gran salvador; el de la mano firme, tiene
sus limitantes.
Tendrá que que esperar que decidan en el otro
Palacio, el bueno, el del Peje, para saber cómo se dará el juego sucesorio ya
que si Claudia Sheimbaum va, Ahued no camina.
Y si
el bueno es Marcelo habría que negociar con Morena nacional ya que Gutiérrez
Luna trae el apoyo de Mario Delgado.
Pero,
si acaso Ricardo Monreal juega la presidencia o el Secretario de Gobernación,
Adán López –la última corcholata del desierto- ¡Adiós, mi gabán!
Don
Ricardo se regresará con todos los honores a seguir vendiendo plástico.
Del
lado opositor hay tres escenarios.
Está
Miguel Angel Yunes hijo, quien quiere repetir en el 2024 en una arena donde el
principal enemigo de su papá, el Rey del Estero, es López Obrador, quien si
bien aún no decide meterlo a la cárcel, no quiere decir que los “beneficios” se
extiendan al hijo y le de paso libre para acceder a la gubernatura.
El
joven Yunes Márquez, sin embargo, podría jugar la gubernamental y ganarla, pero
solo será hasta el 2030 cuando el Peje ya esté del otro lado y para construir
esa circunstancia tendría que poner a disposición de la alianza PAN, MC, PRI y
PRD, su estructura electoral que en la sucesión gubernamental de 2018 superó
los 1.5 millones de votos.
En
tanto, la coalición opositora nacional abrazada a ¡Va por México! ve con
simpatía a Pepe Yunes quien primero tendría que salvar varios obstáculos para
ser la cabeza del Frente Opositor que se está construyendo con ánimo y decisión.
La
urgencia política veracruzana es que renuncie a su partido, el PRI, hoy a la
baja, o que en su caso, el CEN del PRI nacional desmantele la estructura
vigente –la del un voto- y de paso a la democracia enterrada en los viejos
muros de la casona de Ruiz Cortines.
En
un segundo escenario, Pepe deberá aceptar la propuesta de ser candidato
ciudadano al que se abracen los partidos políticos opositores para llevarlo al
triunfo y desde esa plataforma gestar el respaldo ciudadano en las urnas
abrazado a la bandera de la honestidad.
El
punto de quiebre de estos hipotéticos escenarios es que, al momento de escribir
estas líneas, Pepe está a no renunciar a su partido ya que confía en su
renacimiento.
El
tiempo, sin embargo, es su principal enemigo.
Desde
luego que habría que considerar que en un tercer escenario juegue Juan Manuel
Diez, alcalde de Orizaba, empresario exitoso y con fama de honesto, quien en
enero de manera pública expresó que no pelearía por la gubernatura.
Sin
embargo, cuando un político dice que no quiere es porque muere por la querencia.
Tiempo
al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo