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Ahued, relevo cantado

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Ahued, relevo cantado

Por Edgar Hernández*  

 

 

“¡Espero tomar una decisión sensata e inteligente y no estorbarle a Veracruz!”, asegura 

 

A 24 meses de mandato, el repudio contra Cuitláhuac es generalizado. 

Pocas veces, acaso ninguna en la historia de México, se había visto tanta coincidencia ciudadana contra un gobernante. 

La historia misma de Veracruz no reconoce tanta impopularidad en un mandatario desde su arribo; menos que haya sido colocado mes con mes desde el inicio de gobierno, en los últimos lugares de aceptación y que, con un disfraz de honesto, sea considerado por la opinión pública como corrupto. 

 

El gobernador Cuitláhuac García Jiménez está rebasado y al poner en peligro la tercera reserva electoral de Andrés Manuel López Obrador, transita al relevo. 

Su solicitud de licencia es inminente. 

 

Las versiones insanas o no, los rumores de meses atrás, la especulación política misma, apuntan a que el relevo natural sería el senador Ricardo Ahued Bardahuil y que todo se encuentra listo para mover al “Cuicaras” a la ciudad de México. 

 

Acaso sin sustento, pero con señales claras, asoma una intención política, una presunta determinación presidencial que está a sotto voce de que el veracruzano se va con la cola entre las patas, fuera de una entidad que lo reprueba y que a modo de las viejas tradiciones lo montan de espaldas a un burro para echarlo del pueblo. 

 

Ante ese marco y frente a la presión mediática, es que el propio Ahued ha tenido que salir a dar la cara. 

 

En el programa de más audiencia en redes sociales, “Línea Caliente”, el legislador da cuenta ante los columnistas de mayor credibilidad en Veracruz, Claudia Guerrero, Armando Ortiz y Mussio Cárdenas Arellano, de lo que espera a Veracruz en el 2021.  

Ahí en larga y puntillosa entrevista, la primera que da a fondo desde que dejó la Dirección General de Aduanas, hace una puntual relevación a pregunta expresa de lo que sucedería en el año por venir, en el marco del proceso electoral intermedio y la persistente especulación de la solicitud de licencia del gobernador. 

 

“Haré lo que Dios me permita en torno a la situación que en su momento se me presente; espero tomar una decisión sensata e inteligente y que sea la mejor para un servidor esa decisión que tome en el 2021; no tengo obsesión por ser gobernador”, subrayó el legislador. 

 

Dijo más: 

“Espero no le estorbe a Veracruz y termine siendo uno más de los políticos despreciados de la clase política. Eso no quisiera heredar a mis hijos ni a la memoria de mis padres y menos a mis nietos”. 

 

Morena –el partido que abanderó a Ahued para que llegara al Senado de la República- no las trae todas consigo en este momento y una oportuna intervención de México podría eventualmente equilibrar la balanza electoral. 

 

Y es que los desaciertos de ese partido, ya gobierno, no han sido pocos, mientras que en lo político electoral se carece de rumbo y sentido. 

 

Los errores crasos de Cuitláhuac. 

Eso de jugar de manera equivocada con Porfirio Muñoz Ledo, meterle incluso grandes cantidades a su campaña por la dirigencia de este partido que nunca logró, luego la designación de Alejandro Rojas Díaz Durán, como Delegado General de Morena en Veracruz, enemigo jurado del gobernador y del “Bola 8”, son señales de que anuncian el cambio. 

 

Y por si no fuera suficiente, dicho partido carece de estructura y el liderazgo que representa el gobernador no existe. 

 

La cereza del pastel inmundo la representa la imagen de AMLO que no aparecerá en las próximas boletas electorales. 

 

Todo ello pone en serio riesgo el padrón electoral de Morena que en el 2018 alcanzó los dos millones de sufragios. 

 

En ese escenario político donde el repudio ciudadano al gobernador es prácticamente generalizado, se hace necesario el relevo para darle seriedad a la estrategia electoral y encauzar la intención del voto a su causa en momentos que las alianzas son un hecho de cara al crecimiento exponencial de las fórmulas PAN, PRI, PRD. 

 

Por lo pronto Cuitláhuac ya tiene lista la tumba que él mismo se encargó de cavar, solo es cuestión de tiempo. 

 

Tiempo al tiempo. 

   

*Premio Nacional de Periodismo