Pedro Peñaloza

¡Al Diablo la Salud!

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Por Pedro Peñaloza

“La demagogia es la hipocresía del progreso”.

Proudhon

 

  1. La Renuncia. Germán Martínez exhibe con claridad la visión que tiene AMLO para manejar las finanzas públicas y distribuir el presupuesto federal. Veamos: dice en su misiva el exdirector del Instituto Mexicano del Seguro Social, “el presidente de México proclamó el fin del Neoliberalismo, pero en el IMSS algunas injerencias de Hacienda son de esencia Neoliberal: ahorro y más ahorro, recortes de personal y más recorte de personal, y un rediseño institucional donde importa más el ‘cargo’ que el ‘encargo’”. La Respuesta del presidente fue sabia, nombrar a un improvisado, como lo es Zoé Robledo, quien tiene la republicana virtud de ser incondicional a los mandatos de Tlatoani.
  2. Fuera mascara de izquierda. AMLO se empeña en hacer creer que “está del lado de las causas justas”. Los números que lo desmienten: la Secretaría de Hacienda congeló 794 millones 337 mil 423 pesos del presupuesto asignado a 26 institutos, hospitales y centros de alta especialidad; además, ordenó reducir 30 por ciento de los gastos operativos respecto a los montos aprobados. Esta política de recortes y congelamiento afectaron al Instituto Nacional de Geriatría con 51 millones 292 mil 285 pesos; al Instituto Nacional de Cancerología -centro de investigación que otorga 212 mil consultas- sufrió un recorte de 225 millones 896 mil 724 pesos, con lo que su margen de operación se reduce aún más, sobre todo porque ya no obtendrá los recursos compensatorios del Seguro Popular, que de 2013 a 2017 significó captar 2 mil 429 millones. Asimismo, los Institutos Nacionales de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, de Pediatría, de Salud Pública, de Medicina Genómica, así como el Centro Nacional de Trasplantes, presentan entre 20 y 50 por ciento de recortes presupuestales y un porcentaje mayor de recursos congelados. (Milenio, 21/05/19, pp. 6-7).
  3. En el ISSSTE, las cosas no están mejor. El gobierno se niega a liberar 323 mil millones de pesos aprobados por el Congreso de la Unión, de los cuales 70 por ciento está destinado al pago de más de un millón 100 mil pensionados y el resto a la operatividad hospitalaria. No existe personal para atender a 13.3 millones de pacientes: debería haber 120 mil enfermeras, pero se está operando con un máximo de 26 mil. (Ídem).

Epilogo. La política social de AMLO es como toda su concepción de gobernar. Reforzar su figura mediante dadivas diversas y ejercer un mandato unipersonal (¡Hasta él decide viajes y viáticos!) a cualquier costo, aunque sea atropellando la salud de las capas vulnerables. ¿Es este un gobernante de una izquierda mínimamente racional?

pedropenaloza@yahoo.com/       Twitter: @pedro_penaloz

 

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