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ALAMO Y MORALES LECHUGA

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ALAMO Y MORALES LECHUGA

Salvador Muñoz

Los Políticos

 

Creo que ahora sí, Ignacio Morales Lechuga erró la idea cuando en su cuenta de Twitter expuso: “Nueva intoxicación de menores de edad en una escuela, ahora en Veracruz ¿Dónde está la SEP?”.

 

Se refiere al caso de una escuela técnica en Álamo, donde unos cuarenta estudiantes pasaron de una “insolación” a una “intoxicación”… hasta el momento de escribir estas líneas, no se sabía las causas de ésta, como sí se llegó a saber en las escuelas de Bochil y Tapachula, Chiapas, donde 72 niños fueron drogados, aseguraron varios medios.

 

Ya con los datos puestos sobre la mesa, en dónde está el yerro del Maestro Morales: en el enfoque.

 

Su “¿Dónde está la SEP?” más que motivar una conciencia sobre el problema, llevó a muchas respuestas en chunga bajo esta idea: “No podría contestar eso”, recordando el triste episodio de la titular de Educación, Leticia Ramírez… eso, por un lado… hubo respuestas más sarcásticas respecto a su pregunta: “¿Demencia senil?”, o “¿Ya checó su Guía Rojí?”.

 

El asunto, por supuesto, es más serio incluso por encima del cuestionamiento del Maestro Morales si se toman en cuenta dos puntos a tratar, y si me apuran, tres…

El Primero: La versión que se corrió en Chiapas y esparció en el País y allende las fronteras, de que los niños de Bochil y Tapachula habían sido intoxicados con cocaína y fentanilo, lo que de inmediato generó zozobra tan solo de pensar que pudiera “repetirse” tal suceso ahora en Álamo y por ende, en otras escuelas de la entidad.

 

El Segundo: Y en espera de que así sea, que la intoxicación de los jóvenes de Álamo sea producto de un alimento en mal estado…

 

El tercero, que sin duda debe de preocupar más, es el que surge a través de las Guacamayas Leaks, donde de acuerdo a los documentos de Sedena, el Cártel de Sinaloa reclutaba al estilo “Breaking Bad” a profesores universitarios expertos en Química para ya no depender de la importación del fentanilo y para ello, se pretendía hacer pruebas con el sustituto…

 

Volvemos otra vez a Chiapas dando por buena la versión de que los jóvenes fueron “drogados”… ¿cómo es posible que se suministrara las drogas en masivo? La opción inmediata es que podría ser a través del agua o algún alimento al que la mayoría tuviera acceso, pero ello obligaría a pensar entonces en un monstruo dentro de las escuelas que colocara la cocaína y/o el fentanilo…

 

De acuerdo a la versión que dio el mismo titular de Educación en Veracruz, Zenyazen Escobar, se pidió permiso a los padres de los alumnos de Álamo para hacerles exámenes y averiguar qué fue lo que causó su intoxicación… ojalá se haya hecho en tiempo en aras de que su organismo no haya desecho los elementos que pudieran diagnosticar una intoxicación por sustancias o alimento…

 

Independientemente de lo que sea, alimento o drogas, Chiapas pone una alerta a todos, no solamente a escuelas, SEP o SEV, Salud, gobiernos federal y estatales… sino también a padres de familia… parece absurdo, pero recomendar a nuestros jóvenes, a nuestros hijos, que no acepten dulces, comida, bebidas, de extraños (y hasta de conocidos), puede ser un principio… independientemente de lo que haya ocurrido realmente en Chiapas, de lo que ocurre en Álamo, de lo que planea el Cártel de Sinaloa según Guacamayas Leaks, o de lo que pregunte el Maestro Ignacio Morales Lechuga…