ALCANZA MÁXIMO POBLACIÓN ‘ILUSTRADA’ ENTRE DESOCUPADOS
ALCANZA MÁXIMO POBLACIÓN 'ILUSTRADA' ENTRE DESOCUPADOS
Ernesto
Sarabia
Agencia
Reforma
Ciudad
de México 19 marzo 2024.- El 55.2 por ciento de la población desocupada en
México en el último cuatrimestre de 2023 se trató de personas con mayor nivel
de instrucción, la cifra más alta para ese periodo desde que se tiene registro,
al menos en 19 años.
Las
cifras del Instituto Nacional de Estadística (Inegi) revelan que, de octubre a
diciembre pasado, la población desocupada en México fue de un millón 639 mil 21
personas. De ese total, 905 mil 309 tenían estudios de niveles medio superior y
superior, un segmento del mercado laboral que se conoce como «desempleo
ilustrado».
Los
desocupados con nivel de estudio de secundaria representaron 31.5 por ciento
del total de desempleados, con primaria completa 9.4 por ciento y los de
primaria incompleta 3.9 por ciento.
De
acuerdo con el Inegi, la población desocupada es aquella que no trabajó ni una
hora durante la semana de referencia de la encuesta, pero manifestó su
disposición para trabajar e hizo alguna actividad para hacerlo.
John
Soldevilla, director general de la consultora Economy, Business &
Indicators (Ecobi), refirió que aunque el desempleo en México es muy bajo (2.69
por ciento), el empleo que hay es de baja calidad.
Para
el experto, la desocupación de la población con mayores estudios se explica
porque la economía crece muy por debajo de lo que debería.
Entre
2001 y 2023, el Producto Interno Bruto (PIB) mexicano ha crecido solamente
1.5 por ciento promedio anual, cuando las necesidades del mercado laboral
indican que debiera crecer alrededor de 4.0 por ciento al año. Si así
fuera, se crearían alrededor de 1.3 millones de empleos anuales, la mayor parte
en la economía formal.
Clemente
Ruiz Durán, catedrático de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM), expuso que si bien el empleo está creciendo,
hay un desajuste estructural en el que primero se contrata al personal de menor
calificación y, al final, cuando se echan a andar las fábricas, se trae al
personal de mayor preparación.
Soldevilla afirmó que se requieren políticas
que repunten la inversión más de 8 por ciento real al año y un crecimiento del
PIB de 4 por ciento, una mezcla que hará que las empresas generen empleos de
más calidad y con mejores salarios.
Esto
debe ser complementado por medidas para conectar más de cerca el tipo de
empleos que se requieren en las distintas industrias y a nivel estatal. Parte
de eso ya se está viendo con el fenómeno del nearshoring, especialmente en la
zona norte del País y el Bajío, donde se construye algo de infraestructura y se
prioriza la capacitación en función de las nuevas necesidades del mercado
laboral.
Así,
opinó Soldevilla, el modelo educativo tiene que ser más específico,
relacionando las necesidades de mano de obra de las industrias y a nivel
estatal.