Alianza PRI-Morena, traición al pueblo
Alianza PRI-Morena, traición al pueblo
Por
Edgar Hernández*
¡Zaida Lladó, deja la
Fundación Colosio!
Justo
cuando el descontento ciudadano da la espalda a Morena al comprobarse que la 4T
es un fracaso y que la corrupción e inseguridad están peores que cuando
gobernaba la “Mafia del Poder”, se pacta y formaliza la alianza PRIMOR “para
salvar a México”.
De
poco sirvieron los últimos 20 meses de reclamo partidista opositora tras la
unción de la “esperanza del pueblo”.
De
muy poco sirvió alentar el fracaso moreno ante la ciudadanía y adelantar el
regreso de un PRI –o un PAN-PRI- renovados, cuando en lo oscurito se tejía la
supremacía Morena a cambio de nuevas migajas para el cómplice.
Queda
al descubierto, de nuevo, lo que desde el inicio se supo.
Ese
maridaje PRI-Morena gestado desde la cúpula del poder entre Enrique Peña Nieto,
presiente y Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial, que sigue vivo.
Es la
letra de cambio de poder por impunidad.
Es
el aplauso del Peje a Amlito acompañada de previa solicitud presidencial de
apoyar a este amigo desde que aspiraba a la dirigencia de ese partido. Es
olvidar, de momento, las raterías de “Amlito” cuando fue gobernador de
Campeche, hoy con licencia.
Por
ello nada casual resultó el arribo del corrupto Alejandro Moreno Cárdenas, a
quien de cariño le dicen “Amlito”, a la máxima dirigencia del tricolor el 19 de
agosto del año pasado.
El
nuevo “Amlito” solo obedece órdenes de la Nomenklatura mismas que van en el
sentido de entregar, de nuevo, el respaldo total e incondicional a las huestes
de Andrés Manuel López Obrador.
Así,
el PRI menguado, en desbandada y sin dinero, acometerá su última jugada para
evitar revienten los morenos en las elecciones intermedias y ya con nuevos
bríos lleguen al 2024 fortalecidos para preservar el Congreso y la Presidencia
de la República.
A
ello le sumarán un ingrediente más, las gubernaturas en la mayor parte de la
república.
Será
el poder total. El sueño final de AMLO. La dictadura perfecta.
Para
la ignominia quedará, sin embargo, la entrega priista que salvó el pellejo en
lo individual a costa del sacrificio de lo general.
En Veracruz,
al PRI, no le habrá de quedar otra que acatar el mandato del centro. Y si el
mandato del centro ordena que el proceso de selección de aspirantes parta de su
sede de la Ciudad de México, al igual que las estrategias electorales, pues
jodida estará la cosa.
Sin
dinero ni posibilidades de autonomía Veracruz, al igual que el resto de las
entidades con presencia priista, que son 32, regresará a los años 30 del siglo
pasado cuando había que “ir a México” a resolver el más mínimo asunto.
Esa
es la triste realidad del PRI y asociados.
Acaso
por ello la acreditada política Zaida Alicia Lladó Castillo, deja la “Fundación
Colosio” no sin antes revelar trastupijes internos y falta de apoyo a su
representación nacional, así como ese trabajar sin recursos y darle poco
crédito a su trabajo.
Los
tiempos del PRI a nivel nacional no son los mejores y su inminente alianza con Morena a la larga lo llevará a su desaparición
ya que a la larga el “pueblo bueno” atajará por la vía del voto a Morena y
cómplices.
Tiempo
al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo