Amarga victoria
Amarga victoria
Pedro
Peñaloza
“La civilización no suprime la barbarie, la
perfecciona”.
Voltaire
El ciudadano presidente dijo en la mañana del 7 de
junio que estaba “feliz, feliz, feliz”, porque habrá continuidad en el proyecto
de transformación. Un disparo de optimismo ficticio. En 2018 Morena obtuvo 253
diputados, ahora serían 196. ¿De dónde tanto optimismo? Su movimiento perdió 57
legisladores. Y si el tabasqueño se refiere a la aprobación del Presupuesto de
Egresos y a la Ley de Ingresos, esto no depende de su bancada ni de sus
lugartenientes del PT, tendrá que recurrir forzosamente al partido Verde. Lo
cual es una apuesta volátil y muy cara. Insistimos ¿por qué la felicidad?
¡Ah! pero eso sí, cantinflea con la mayoría
calificada. Sabe que ni con el Verde la obtiene. Después, reflexionó (eso
creemos) e insinuó que la puede lograr con el PRI. No sería la primera vez,
aunque el gerente del partido tricolor ahora anda radical, pero para eso está
Santiago Nieto y la FGR, en su papel de “ablandadores”.
AMLO apuesta a la división, no a los acuerdos, que
son naturales en los ambientes legislativos. Es incapaz de llamar públicamente
al diálogo a las oposiciones. En casi tres años nunca se ha reunido con
bancadas distintas a su partido. Su concepción de la cooperación entre poderes
es la de un capataz que somete y ordena.
Y cuando alguien le pregunta acerca de la
estrepitosa derrota en la CDMX, dio una respuesta patética: “fue producto de la
guerra sucia”. Nadie le informó al presidente que la coalición opositora le
arrebató también la mayoría de diputados en el EDOMEX y la mayoría de las
alcaldías. ¿También fue producto de la guerra sucia? Ninguna reacción.
El mundo ideal de AMLO es de sometimiento a su
iluminada voluntad. En el plano regional, los triunfos de Morena en 11
entidades son un logro que no hay que regatear. Aquí, el PRI fue el perdedor.
El PAN mantuvo sus plazas. MC adquirió fuerza. En el análisis focalizado, el
bloque opositor ganó importantes capitales (35 ciudades cambiaron de
gobernantes) y Morena tiene mayoría en 19 cámaras locales. La rica pluralidad
se expresó.
Así, quedó claro que nadie ganó todo, sino que se
construyó una geografía de equilibrios y contrastes. Con ello se difuminó la
galaxia anunciada por AMLO de que la oposición no existía. Los retos están a la
vista: el primero de ellos será observar el comportamiento del bloque opositor,
saber la calidad de cemento que los une; y, el segundo, valorar las reacciones
de AMLO y sus fieles frente a esta nueva correlación de fuerzas. Que nadie se
confíe.
pedropenaloza@yahoo.com/Twitter: @pedro_penaloz