Pedro Peñaloza

AMLO: el doble discurso

Comparte

 

 

 

 

 

 

Pedro Peñaloza

Con las bayonetas se puede hacer todo, menos sentarse encima de ellas

– Emile de Girardin

  1. Caminando en arenas movedizas. Antes y ahora como presidente AMLO ha desarrollado una especial visión de la política. Para él todos aquellos que no apoyaron sus tres candidaturas fueron traidores y hasta de la “mafia en el poder” Hoy como titular del ejecutivo federal se solaza apuntando su dedo flamígero y sus frases demagógicas contra aquellos que no pertenecen a su pequeño círculo político.

Es posible denostar a los miembros de la Suprema Corte y a otros órganos constitucionales porque sabe que tiene dos ejércitos a su disposición, a saber: los diputados y senadores levanta dedos y sus feligreses espadachines en las redes sociales. Ahora, el presidente puede plantear todos los días lo que se le venga en gana. Por eso, puede abrir frentes con los gobernadores, amenazarlos, chantajearlos y, después, repartirles mendrugos millonarios. Su objetivo cotidiano es imponer su voluntad. Ve con desprecio las opiniones discordantes. No importa el costo. Por ejemplo, el desplante de la cancelación del aeropuerto se convertirá en un agujero para las finanzas públicas, quizá hasta 10 mil millones de dólares. Todo bajo el amparo de un puñado de ciudadanos que le sirvieron de paraguas para un capricho.

Su juego es múltiple. El tabasqueño abraza y estimula a Elba Esther Gordillo y le concede a la CNTE la cancelación de la Reforma Educativa peñista, con ello, garantiza el control del sindicato magisterial; al mismo tiempo, pacta o al menos no cuestiona a las burocracias sindicales, como la de Romero Deschamps en Pemex o la de Carlos Aceves del Olmo en la CTM, así como todas las pequeñas escorias del corporativismo gremial.

 

  1. La superstición punitiva. El pragmatismo y la ignorancia del inquilino de Palacio Nacional están a la vista. Lanza una Política Criminológica de características represivas y autoritarias. El binomio es evidente. A su Guardia Nacional, pese a las observaciones de todos los organismos internacionales y de respetables organismos de la sociedad civil, lo convierte en su escudo y su emblema, y para cerrar su ecuación reactiva, modifica el artículo 19 de la Constitución ampliando el catálogo de delitos para la prisión preventiva oficiosa y cuyo resultado concreto y práctico será llevar más pobres a las cárceles. Se repite la estupidez de que a mayor penalidad menos delitos. Ni Calderón ni Peña se atrevieron a esta andanada antigarantista. En este primer corte tenemos un gobierno con dos brazos, el de los cataplasmas sociales y el de la militarización sin tregua. ¿Por eso votaron 30 millones de electores?

pedropenaloza@yahoo.com @pedro_penaloz

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *