AMLO, NUEVA CORCHOLATA Y NUEVOS ESCENARIOS PARA VERACRUZ
AMLO, NUEVA CORCHOLATA Y NUEVOS ESCENARIOS PARA VERACRUZ
Línea
Caliente
Por Edgar Hernández*
Luego
de la última y por demás sospechosa visita de López Obrador a Veracruz y tras
el “destape” de la nueva corcholata presidencial, Adán Augusto López, así como el
guiño a “Giutiérritos”, el escenario político veracruzano da un vuelco.
Los
inquietos analistas porteños dejaron de verle futuro a Rocío Nahle y para los
de la capital veracruzana, lo del Bola #8 rumbo a la gubernatura del 2024, resulta
un sueño guajiro.
Mientras
a Ricardo Ahued, ni sus más cercanos le ven posibilidad alguna de que las
tribus lo dejen pasar a menos de que decida regresar al redil opositor y
abanderar la alianza PRI-PAN-PRD-MC, cosa que se ve punto más que imposible
ante el recio pero constante avance de dos punteros: Juan Manuel Diez y Pepe
Yunes.
Y es
que lo de ayer, el destape del Adán del paraíso del Peje, dejando a un lado a
su Eva, sí que sacudió la estructura de la 4T.
“A
ver, a ver, vamos a poner a consideración, vamos a hacer una especie de
encuesta, de consulta rápida, breve ¿Verdad –díganme sí o no-, verdad que
tenemos un buen Secretario de Gobernación?, preguntó el presidente López
Obrador a diputados aliadas y aliados en Palacio Nacional”… El grito de
“¡Presidente, presidente!” en favor de Adán Augusto López, fue sonoro.
Hoy,
precipitada la sucesión presidencial, hace eco en el resto de la república.
En Veracruz,
el tan bendito como atarantado gobernador Cuitláhuac García, que pensaba la
tenía hecha –garantizando su impunidad para después del 2024- jugándola con Rocío
Nahle, se queda chiflando en la loma.
Peor
aún tras desatar de meses atrás una campaña sin cuartel contra el presidente
del Congreso Nacional, el diputado Sergio Gutiérrez Luna, conocido en el bajo
mundo de la política como “Gutierritos”, quien de siempre se supo que tenía la
venia –y también la bolsa- presidencial para promoverse rumbo al 2024.
Ayer
López Obrador le dio una nueva prueba de respaldo… y antier también y la semana
pasada se mostró complacido por su trabajo en favor de la “nacionalización” del
Litio.
Por
ello a Gutiérritos le vale madre que lo llame “Payaso, mequetrefe” el segundo
de Cuitláhuac. Por ello se la pasa bailando, jugueteando y comiendo garnachas
en cada esquina de cuanto municipio visita.
Esa
es la razón de los más de 96 millones de pesos que se ha gastado en la
promoción de su imagen y los sueldazos de cien mil pesos mensuales a sus 20 sus
asesores y que tenga en comunicación social una decena de “expertos” –incluso
una que tuvo Javier Duarte- que saben como comprar conciencias.
Todo
ello no los tiene muy contentos en Palacio de Gobierno que tendrán que bajarle
un poco de huevos a las embestidas contra Gutiérritos, como le bajaron con los
Yunes del Estero tras la visita presidencial donde la instrucción de
congratularse con Paty Lobeyra, fue ponerse a sus pies a fin de dar paso a la
cervecera “Constellation Brands” que va a derramar mil millones de dólares y 12
mil empleos en esa región porteña.
Hoy
la confusión de las tribus morenas locales, tras el verdadero juego de poder
nacional, es total.
El
tablero cambia y no precisamente para bien de los afanes cuitlacoches que no
solo tendrá que eventualmente atorarle con el odiado expanista “Gutierritos”,
sino ir a olerle la cola a Adán en aras de clemencia a partir del 2024.
Todo
ello sin contar que la oposición crece, crece.
Los
números electorales de Cuitláhuac son de humo porque son comprados y para el
2024 ya vela armas la oposición con una red de centinelas del voto a pie de
urna luego de que por dos ocasiones les tomaron el pelo con el embarazo de
urnas, la compra de sufragio y la intimidación como método de presión para
inclinar la balanza electoral.
Los
números electorales -5 millones 600 mil electores- para el 2024, podrían
moverse y de los 1.5 millones de votos que le dieron a Cuitláhuac en 2018, con
una oposición fuerte que se abrace a un candidato independiente, honesto y con
ganas de rescatar Veracruz, es posible
superar la cifra.
De
Morena incluso empezarán a verse las primeras traiciones cuando se sumen a los
opositores.
Y es
que las condiciones están dadas ante el repudio ciudadano al experimento de
López Obrador de colocar a un títere que con tal de salvar su primera
magistratura estatal que dejó en el peor de los atrasos a Veracruz, vía
subejercicios.
Las
chapeadas de camellones no serán más los caminos de Veracruz.
Tiempo
al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo