APOYO A PEMEX Y CFE COSTARÁ $2 BILLONES A CSP: CIEP
APOYO A PEMEX Y CFE COSTARÁ $2 BILLONES A CSP: CIEP
Eduardo de la Rosa
Agencia Reforma
Ciudad de México 10 julio
2024.- Si el Gobierno de la virtual Presidenta electa Claudia Sheinbaum busca
continuar con la política energética de la actual Administración, deberá
desembolsar 2 billones 195 mil millones de pesos, aseveró el Centro de
Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Este monto es equivalente a la
deuda financiera de la petrolera y sus adeudos a proveedores, que al cierre de
marzo sumaron 2 billones de pesos.
De acuerdo con el documento «Política
energética: Retos fiscales 2024-2030», el organismo indicó que la próxima
Administración federal enfrentará retos fiscales en la implementación de su
política energética y heredará elevados costos de la Empresa Productiva del
Estado (EPE).
Refirió que durante el Gobierno saliente
(2018-2024), se erogaron un billón 867 mil millones de pesos, producto tanto de
la reducción del Derecho de Utilidad Compartida (DUC) como de los apoyos
patrimoniales a Pemex.
«Durante su campaña, la Presidenta electa
propuso continuar con el fortalecimiento de las EPE, así como de la red de
transmisión y mantener los subsidios a las tarifas eléctricas
residenciales», se indicó en el documento.
Recordó que, de acuerdo con el proyecto del
siguiente Gobierno «100 pasos para la Transformación 2024-2030», en
materia de soberanía energética para el desarrollo sostenible de Claudia
Sheinbaum, la política energética tendrá las tareas de garantizar el correcto
funcionamiento del sector energético y construir bases sólidas para
redireccionar el sector hacia un futuro sostenible.
Ante eso, el CIEP destacó que la continuidad
de la política energética, junto con la implementación de las nuevas
propuestas, representa un desafío para las finanzas públicas del País.
Específicamente, el fortalecimiento de Pemex ha implicado un costo que le ha
permitido cubrir sus vencimientos de deuda.
«Sin embargo, esta estrategia no se ha
acompañado de una reestructuración operativa y financiera que la fortalezca. De
continuar así, podría presionar el estado de las finanzas públicas»,
resaltó.
Detalló que la próxima Administración
enfrentará vencimientos de Pemex que representan el 38.5 por ciento de su deuda
total. Ante esto, y bajo el supuesto de que se mantenga su apoyo con
aportaciones patrimoniales y una reducción en la tasa del DUC, esto podría
implicar un costo de un billón 371 mil mdp: 921 mil 736 millones por
aportaciones patrimoniales y 449 mil 960 mdp por cobrar una tasa del DUC del 40
por ciento.
Por otro lado, indicó que para que CFE
mantenga su participación en la generación de energía eléctrica del 54 por
ciento, se fortalecerá con inversiones en nuevos proyectos por 245 mil 680 mdp,
que sumarán 13 mil 660 MW.
Agregó que en cuanto al fortalecimiento del
servicio de transmisión y distribución que presta la CFE, se prevén inversiones
por 55 mil 412 mdp y 5 mil 259 mdp, respectivamente.
Apuntó que las inversiones relacionadas con
transmisión contemplan 44 proyectos que abarcarán una longitud de 3 mil 850 km
de circuitos, lo cual representaría un crecimiento del 3.5 por ciento respecto
a la red actual. Por su parte, las de distribución implicarán 41 proyectos.
Además, los subsidios a las tarifas eléctricas
tienen como objetivo apoyar al usuario final. Si se mantiene este apoyo como se
ha observado en los últimos años, este rubro representaría un gasto por parte
del gobierno federal de 517 mil mdp.
«Ante ello, el costo de la continuación
de estas tres políticas en el Sexenio sumaría un monto total de 2 billones 195
mil mdp. Es decir, cada año se tendría que destinar 1 por ciento del PIB. A
esto se deben añadir los gastos ineludibles del sector, como los gastos
operativos, de mantenimiento, de infraestructura, financieros y de
pensiones», aseveró el CIEP.
Destacó que la política energética de la
próxima Administración enfrentará el desafío de retomar el camino hacia una
transición energética con sostenibilidad fiscal.
«El inicio de este proceso será complejo,
ya que para 2025 se anticipa un ajuste fiscal del 3 por ciento del PIB, a
través de los RFSP, justificado, principalmente, por una disminución en la
inversión en infraestructura. No obstante, alcanzar los objetivos propuestos
por la nueva administración requerirá de mayores recursos públicos»,
concluyó.