APRENDÍ QUE SER DIFERENTE ERA MI FUERZA: CARRILLO
APRENDÍ QUE SER DIFERENTE ERA MI FUERZA: CARRILLO
Yanireth Israde
Agencia Reforma
Ciudad de México, 5 marzo
2025.- La bailarina mexicana Elisa Carrillo, primera artista latinoamericana
que dirigirá la escuela de ballet John Cranko, la más importante de Alemania y
una de las más relevantes del mundo, apostará por una formación dancística que
equilibre el rigor y la disciplina con el gozo y el disfrute por la danza,
experiencias que pueden soslayarse ante las exigencias de la profesión,
reconoce en entrevista.
Se propone ejercer este cargo, a partir de
2026, atenta a las dificultades que enfrente la niñez inscrita en la escuela y
se propone arroparla, porque el talento de estas infancias no las exime de
lidiar, por ejemplo, con trastornos emocionales, advierte.
«Que sientan no nada más la parte del
rigor de la disciplina, sino también que sepan que, si no hay amor en lo que
uno hace, no lo van a disfrutar; la disciplina, la perseverancia, son cosas que
tienen que estar ahí, pero también tratar de compartirles la belleza de nuestra
carrera», destaca la primera latinoamericana en ganar los tres premios
internacionales de danza más importantes (el Danse Prix Benois, el Russia’s
Soul of Dance y el Festival Dance Open de San Petersburgo).
La John Cranko School es la escuela oficial
del Ballet de Stuttgart, del cual Carrillo formó parte entre 1999 y 2007. La
texcocana asumirá la titularidad de esta legendaria institución formativa junto
con el bailarín ruso Mikhail Kaniskin, como director asociado. La pareja
recibió este encargo por invitación, un doble honor, dice.
Apostará por la comunicación y mantendrá el
nivel de la escuela, que recibe a niños de todo el mundo, y cuyo equipo de
profesores valora.
«Para mí siempre es muy importante la
comunicación. Uno a veces siente lejanos a los directores y creo que es
importante que (los alumnos) sientan que pueden confiar en mí y contarme lo que
está pasando, porque una de las dificultades que experimentan los niños en su
carrera es la soledad, algunos tienen un apoyo impresionante de sus familias,
como yo lo he tenido, pero hay muchos que no. Entonces que los niños sepan que vamos
a arroparlos.
«Es algo que uno puede compartir porque
lo vivió: yo dejé mi País, sé lo que es estar solo en otro lugar, con otro
idioma, con otras tradiciones. Sé lo que es tener disciplina y perseverancia.
Sé lo que es de repente no poder más, estar triste unos días, estar feliz otros
y tratar de sobresalir dentro de un mundo de mucho talento», comparte.
Cuando las dudas se acumulan pueden
presentarse actitudes depresivas o temores que deriven, por ejemplo, en
trastornos alimentarios e incluso padecer discriminación o racismo, expone la
creadora de la Fundación Elisa Carrillo, que impulsa a estudiantes de ballet
mexicanos.
«Puedo decirte que cuando me fui de
México tenía mucha inseguridad porque no era la típica bailarina europea, mis
rasgos son diferentes y aprendí que ser diferente era mi fuerza. Es un tema que
puede ser importante para muchos alumnos, que no se sientan discriminados, y
que mi carrera pueda ser un ejemplo también para eso», puntualiza la
bailarina mexicana radicada en Berlín.
Se despide de ‘Bolero’
Carrillo presenta por última vez en México
Bolero, la coreografía del francés Maurice Béjart, el próximo 27 de mayo en el
Auditorio Nacional.
«Ha sido uno de los grandes retos que más
he disfrutado en mi vida como profesional. Era un sueño y se hizo
realidad», destaca la exintegrante del Ballet Estatal de Berlín, y quien
en esta obra, con música de Maurice Ravel, se despoja de las puntas para bailar
descalza.
Junto con la dicha por interpretar esta pieza,
que reunirá en escena a más de 50 bailarines, alberga también desazón, admite
Carrillo tras explicar que adquirió los derechos de esta obra por un plazo
determinado, ahora cumplido.
«Las cosas bellas no son para
siempre», sentencia sobre Bolero y el papel que desempeña en él, la
Melodía, mientras el Ritmo es interpretado por un grupo de hombres alrededor.
«Y el movimiento de tu cuerpo es todo lo
que tienes: debe hacer el movimiento al nivel de la música, que no te ‘coma’ la
música, digamos, y todo eso lo hacemos en equipo, porque aunque esté solo yo en
la mesa, están todos los hombres (alrededor).
«Puedo decir que la energía que te dan
todos los bailarines alrededor es de las cosas más bellas que me ha
pasado», enfatiza.
¿Y la Compañía Nacional de
Danza?
Ante su nombramiento como directora de la
escuela de ballet John Cranko, a partir de 2026, Elisa Carrillo replanteará su
colaboración con la Compañía Nacional de Danza en México, de la que es
codirectora.
«Este año completo estoy colaborando con
muchísimo gusto con Erick Rodríguez (titular de la CND). Y vamos a platicar con
la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, Alejandra de la Paz. Lo
que sí te puedo decir es que siempre voy a colaborar con mi País y con la danza
en México y creo que se trata de ver de qué manera podemos seguir colaborando.
Por mi parte no cambia el deseo de colaborar», indica.