AQUÍ TAMBIÉN HAY PLAGIOS
AQUÍ TAMBIÉN HAY PLAGIOS
· Se deben de revisar los trabajos presentados
en la UV
· No solo de tesis, sino también de
investigaciones y títulos
· El proceso de publicación debe de ser lo
más transparente
Por Miguel Ángel Cristiani
González
Luego del escándalo -que
todavía no termina- para anular el título de licenciada en Derecho por la UNAM
de la ministra de la Suprema Corte de Justicia Yasmín Esquivel, sería
conveniente que acá en el terruño veracruzano, las autoridades de la Máxima
Casa de Estudios, como dice Pancho López el filósofo ateniense xalapeño,
“pongan sus barbas a remojar” y no esperen a que surjan y salgan a la luz
pública los plagios de tesis y hasta de diplomas universitarios.
Así las cosas, se podría
empezar por “revisar” las tesis y los títulos de nivel de licenciatura con que
se ostentan funcionarios públicos, federales, estatales y municipales.
Y como el buen juez por su
casa empieza, también se deberían de auditar los títulos y tesis de nuestras
autónomas autoridades universitarias, porque si le escarban tantito, seguro que
van a aparecer varios plagios. Comenzando por los “investigadores” que firman
trabajos grupales y que participan así en varios títulos con sus créditos.
Como pareciera que nuestras
actuales autoridades no tienen ni idea de lo que deben de hacer, aquí les
dejamos algunas recomendaciones, para que no esperen a que luego del niño
ahogado, van a querer tapar el pozo.
Las buenas prácticas en el
ámbito editorial se construyen sobre la base de la promoción y adopción de
habilidades propias que permitan al estudiante o académico optar
voluntariamente por la creación original, actitud opuesta al plagio. Esto será
posible mediante iniciativas institucionales diseñadas para fomentar una
cultura anti plagio, las cuales incluyen:
Estimular iniciativas
diseñadas para evitar conductas inapropiadas en la investigación y publicación
(Comité de Publicación Ética), En el caso de los estudiantes, entre ellas debe
incluirse el establecimiento de estímulos para quienes logren realizar trabajos
con alto contenido original. Las publicaciones dedicadas a los reportes de
investigación debieran resaltar y fijar claramente las condiciones de
originalidad en las instrucciones para los autores.
También someterse de forma
seria a la revisión por pares. Hasta el presente, ésta es una de las prácticas
que han promovido la originalidad y calidad de las publicaciones, el proceso
implica necesariamente la adopción de actitudes éticas y lo más objetivas
posible por parte de todo el equipo editorial involucrado en el proceso de
revisión de los trabajos por publicar: los editores, revisores académicos,
personal técnico. Esta condición precisa de una participación activa de
organismos colegiados (Comité de Publicación Ética) que se aboquen a la tarea
de monitorear el proceso editorial, para sugerir mejoras y detectar las fallas
que pudieran existir en este ámbito.
Publicar de manera precisa las
políticas y pasos para la publicación (Comité de Publicación Ética).
Es de singular importancia que
el proceso de publicación sea lo más transparente posible, para ello es una
condición primordial que toda publicación defina muy claramente sus políticas y
mecanismos editoriales, y que éstos sean públicos y de fácil acceso para
cualquier interesado en someter trabajos a consideración. Esta práctica evitará
los múltiples conflictos que pueden darse cuando algún(os) autor(es) pudieran
sentirse agraviados debido a interpretaciones diversas de las reglas de
operación en caso de que éstas no sean claras.
· Publicar las prácticas que se consideran faltas
de ética, incluyendo el plagio (Comité de Publicación Ética). En el ámbito de
la ética existen muchas maneras interpretaciones posibles para un mismo hecho,
por eso es de particular relevancia que cualquier publicación defina para sí
misma, para enfoques y para sus potenciales autores las prácticas que son
indiscutibles y que deben considerarse no éticas. Ellas deben incluir las
formas que se consideran válidas para el uso de resultados, figuras y textos provenientes
de publicaciones anteriores.
Fijar políticas claras para
las consecuencias derivadas de la detección de plagio. Además de las
condiciones de rechazo de manuscritos que incurran en plagio, es preciso que
dentro de la institución, existan canales de comunicación para que todos
conozcan los textos y los autores que se encuentren en la condición señalada.
Incluso si hay una política universitaria común para los casos en que podría
comunicarse tal hecho a las autoridades universitarias designadas para tal fin.
Generalizar el usa de
programas anti plagio.
Generalizar el uso de
programas anti plagio. Esta medida ya se promovió dentro de la UNAM pero no ha
sido obligatoria. Debiera al menos existir una fuerte recomendación de las
autoridades pertinentes para generalizar esta práctica que bien debería
encontrarse entre las instrucciones que se brindan a los autores.
Establecer tiempos para que la
Universidad realice, a través de cuerpos colegiados ad doc, una autoevaluación
tendiente a verificar si el fomento a las buenas prácticas en esta materia está
operando de manera satisfactoria, con la opción de sugerencias de mejora/corrección
de la situación imperante.
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