ARROGANTES
ARROGANTES
La soberbia es el vicio de los ignorantes.
Leonardo
Murialdo
Martín Quitano Martínez
El comportamiento del grupo en
el poder es arrogante, porque al tener mayoría en las representaciones
sociales, menosprecian el oficio de la discusión y la negociación con sus pares,
imponiéndose y abusando del peso de sus decisiones.
Sin embargo, es más alarmante
su arrogancia, cuando manifiestan que representan al “pueblo”, es que por su
voz y actos vive en la verdad; se creen que más allá de ellos está el vacío, la
traición a la patria y todo aquello que representa el mal. Esto es, que actúan como
si fueran superiores a todos los demás, faltando al respeto al diferente,
incluidos los que dicen representar.
Son arrogantes en la
simulación de una supuesta pureza moral que no es tal, porque sus actos y
estilos son reediciones de los comunes a la vieja usanza, gustando de
ataviarlos con los ropajes del fanatismo y de la subordinación, sumando fieles
por convicción o por interés, que por sobrevivencia y por no mirar ni buscar más
prefieren asumir los colores, las frases, señas y los símbolos que hoy dominan.
Las leyes, las normas, las
reglas de convivencia en la pluralidad, las instituciones construidas a jalones en una larga transición
democrática nacional, no merecen su atención ni respeto, más aún si su
cumplimiento y operación supone la “obstaculización del movimiento
transformador”. Cualquier regla, voz o idea que contradiga su verdad, contradice
al “pueblo”, dicen los arrogantes, incluida la misma Constitución que es claro
buscan desmantelar por ser la ley, que es la Ley.
Por eso repiten machaconamente
en la necesidad de acabar con los diques de los “derechos” conseguidos,
pensados como “nuevos” derechos que deben derrumbarse porque son la continuidad
de privilegios pasados, mucho más cuando esos derechos pueden poner en riesgo
la nueva e impúdica conformación de privilegios que sostienen a la mal llamada trasformación.
Envanecidos en un lenguaje de doble
moral de redención e integridad, los demonios que ofrecieron exorcizar son los
mismos que aparecen y controlan sus quehaceres, en una corriente amorfa que
actúa como guida por la iluminación, impulsada por una desmedida ambición, por la
ignorancia y la incompetencia.
Son los nuevos cínicos que, en
la opacidad, construyen fortunas malversando presupuestos públicos sin pudor.
Son los demonios que aparecen y se parecen a los de “conservadores” tan
denostados hasta ser idénticos. Nos “transformamos” del “haiga sido como haiga
sido” al “no me salgan con que la ley es la ley”, o de “la plenitud del pinche
poder”, al “hagan lo que hagan” y la representación única del pueblo.
En este caminar de nuestra
cada vez más preocupante vida política, pública y social, los diques de la mesura,
de las razones, de la voluntad de un básico diálogo para contener la
polarización, van siendo derrumbados por la soberbia de la intolerancia que agrede,
que amenaza y que persigue.
¿Cómo escapar de la vorágine
que secuestra la certidumbre democrática y las oportunidades de mantener
cordura cívica, asolados por las cada vez más visibles actitudes autoritarias?,
¿Cómo enfrentar las voces que
desde el poder y desde extremos de derecha e izquierda claman por la
destrucción de los otros, de los que piensan distinto, en pos de la
purificación?
Basta de la arrogancia de los
desmedidos discursos de la “moralidad” y la polarización pública desde donde
vengan que como látigos se encarnan en una piel social lastimada por la
pobreza, por la violencia, por la desilusión que genera la arbitrariedad e
impunidad pasada y presente. Basta de la arrogante incapacidad cívica y
democrática de los “poderosos” de ahora que presagia muchas más oscuridades de
las que actualmente padecemos.
Un poco de humildad y
tolerancia serian bienvenidas, cuando se requiere urgentemente caminar juntos
hacia un destino compartido de paz, concordia y prosperidad, más allá de
nuestras diferencias, no es esto ingenuidad, es un reclamo de oportunidades a las cuales tenemos
derecho.
DE LA
BITÁCORA DE LA TÍA QUETA
¿Edomex, reedición desvergonzada del
“haiga sido como haiga sido”?
twitter: @mquim1962