ASEDIO
ASEDIO
Martín Quitano Martínez
La democracia funciona cuando la gente la reclama
como suya.
Bill Mayers
Dentro de todos los frentes de
asedio del presidente, toca su turno al Instituto Nacional Electoral. Se acerca
el proclamado desmonte del INE y el cobro de facturas a la institución bajo la
que llegó al poder, pero que ahora la señala como conservadora, promotora de fraudes
electorales y de la corrupción por excelencia. Los ataques al INE, su asedio, parecen
desdeñar las luchas ciudadanas ocurridas para construir este entramado
institucional, forjado con mucha tenacidad, en muchas ocasiones a tirones, en
un largo proceso de transición democrática, el cual es hoy por hoy denostado,
olvidando los esfuerzos realizados durante años, por millones de mexicanos.
Si bien es cierto que
cualquier institución siempre es mejorable en su desempeño, en especial el de
fortalecer y hacer más eficientes los controles de transparencia y rendición de
cuentas, las consignas desde el poder, dominan un debate contaminado por el
fanatismo, que banalizan el trabajo desarrollado hasta ahora, con propuestas
que suponen un retroceso a la discrecionalidad, la improvisación y el manejo
gubernamental.
Es difícil y complejo desarrollar
un debate necesario cuando solo se toman posiciones desde la irreductibilidad,
desde las “líneas” que se definen como verdades inamovibles que se asumen
prácticamente sin chistar, para sumarse al asedio al INE. Sirven de ejemplo,
dos componentes que enmarcan los ataques que sin mayor razonamiento son
repetidos, uno relativo a que es un organismo fraudulento y el otro relativo a
que gasta mucho dinero. Sobre estas “verdades” nada puede justificarse salvo su
desaparición, como lo han dicho en diferentes momentos varios representantes
del grupo en el poder.
En medio de esta
circunstancia, se presentan datos de cómo se mira desde la sociedad mexicana esta
democracia, en la que pese a que existe una valoración alta del régimen
democrático, ello no cancela el señalamiento crítico de su funcionamiento,
haciéndose evidente con un resulta de insatisfacción.
Es lo que muestran los datos
presentados por el Informe País 2020 que presenta el INE con base en la Encuesta
Nacional de Cultura Cívica (ENCUCI) 2020 del INEGI. Múltiples datos se
presentan agrupados en 6 apartados, Intereses y conocimientos sobre asuntos
públicos y democracia, Creencias, valores y actitudes, Relaciones con
individuos, asociaciones y poder público, Participación, Delitos electorales y
Representación.
En el informe encontramos una
sociedad descontenta en la percepción de la legalidad donde sobre el respeto a
las leyes por parte de los gobernantes, indica que mucho y algo el 34% y poco o
nada el 66%; sobre que tanto cree que se respetan las leyes en México, responde mucho y algo el 38% y poco
o nada el 31%. Respecto de los problemas más sentidos el Informe dice, “Entre
los problemas que la ciudadanía percibe como los más apremiantes destacan: la
corrupción (55%), la pobreza (53%), la inseguridad y delincuencia (50%), el
desempleo (50%) y el mal desempeño gubernamental (25 %)”.
Sobre la confianza en las
instituciones y grupos sociales, los cinco primeros son, Las Universidades
Públicas con un 70%, Ejército y Marina con un 64%, La Guardia Nacional con un
61% y el Instituto Nacional Electoral con un 60% y en quinto lugar el
Presidente con un 53%. A contramano, los últimos 5 son los sindicatos con
un 31%, la policía con un 28%, senadores
y diputados federales 23%, diputados locales también 23% y al final los
partidos políticos con un 22%.
Pese a esos datos, atisbos de
la ENCUC 2020 y del informe País del INE, que sin duda recomiendo consultar por
los muchísimos más datos que ahora no comento y que resultan aleccionadores de
nuestra condición de Cultura Cívica, alientan el asidero de un cierto nivel de optimismo
cuando se responde sobre frases preferibles para gobernar como: “Da lo mismo un
régimen democrático que uno no democrático” sólo el 15 % aprobó; la siguiente:
“En algunas circunstancias, un gobierno no democrático puede ser mejor”, sólo
el 16 % respaldó y la última: “La democracia es preferible a cualquier otra
forma de gobierno”, el 65% la respalda.
El apoyo a un régimen
democrático es mayor pese a los bajos niveles de satisfacción con la
democracia. “El 53% de las personas encuestadas que señalan saber qué es la
democracia, están algo o muy satisfechas con su funcionamiento en el país.
Entre estas personas, solamente un 12% declara estar “muy satisfecha” con la
democracia, frente al 16% que señala estar “nada satisfecha”.
Como cualquier construcción
social humana, mejorar nuestra democracia obliga a la argumentación y el reconocimiento
de lo construido hasta ahora, exige resguardar los logros y perfeccionar los procesos
que lo requieran. La postura de arrasar lo existente sobre la base de prejuicios
o verdades absolutas debe estar fuera de cualquier planteamiento que se asuma parte
de un debate democrático. Por ello la discusión del futuro del INE es un eje
que definirá el rumbo de nuestra nación.
DE LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA
Titulares de SEDENA y MARINA no comparecerán
para rendir cuentas. Y eso que ya no hay privilegios.
twitter: @mquim1962