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ASÍ ES LA POLÍTICA

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ASÍ ES LA POLÍTICA

Por Uriel Flores Aguayo

 

Por desconocimiento o simulación se suele adoptar una postura conformista respecto a los actos de los políticos. Es bastante común escuchar expresiones cómo esta: “es política o así es la política”. Se asume una especie de conducta fatalista y de resignación. Estamos ante asuntos de ignorancia o de irresponsabilidad.

 

No es exclusivo de niveles sociales con bajo nivel escolar; igual ocurre entre sectores universitarios. De esas actitudes se nutre el abstencionismo electoral y la impunidad gubernamental. Sin observación ni crítica los funcionarios y legisladores son felices. Es vital para el desarrollo democrático de nuestra sociedad que se fomente y fortalezca la participación ciudadana en la vida pública y se multipliquen las votaciones, que se incremente la emisión del sufragio.

 

La política no debe ser asunto de los políticos. Del tipo de gobernantes y legisladores dependen asuntos de primera importancia para la colectividad. Llegar a ese nivel implica difusión, transparencia, conversación y debates, rendición de cuentas, crítica, vigilancia, diálogos, encuentros y alternancias.

 

La participación ciudadana necesaria no tiene que ver con la demagogia que seduce y alaba al “pueblo”, ni con los rollos y monólogos masivos. No es participación ciudadana el acarreo ni el clientelismo. Los demagogos se llenan la boca con alusiones a la gente en abstracto, no hablan de ciudadanos; pintan una sociedad idílica y hacen gobiernos de espaldas al pueblo.

 

Hay que ser directos, tanto didácticos como categóricos, con quiénes finjan o se equivoquen a la hora de referirse a los políticos, poniéndolos lejos, en un lugar inaccesible. No, de ninguna manera.

 

Los políticos deben ser lo mejor de la sociedad, estar al servicio de la gente y dar resultados. No es una actividad misteriosa ni de iluminados. Quienes ejercen la política son personas de carne y hueso, comunes, que deben cumplir con responsabilidades.

La herencia del PRI es de políticos privilegiados, una casta especial. Morena es igual, reprodujo los mismos vicios. Se tarde lo que sea, la ruta debe ser clara: participación ciudadana y políticos serios.
Recadito: se hace tarde para que recojan su basura los morenistas.