AUTOESTIMA
AUTOESTIMA
UNO MENOS
Por
Salvador Farfán Infante
El término autoestima se ha utilizado de manera
indiscriminada con diversos propósitos y de ello han surgido muchas
afirmaciones simplistas, que dan lugar a deformaciones importantes de su
significado. Generalmente el concepto de autoestima se utiliza en distintas
áreas de la vida diaria con propósitos comerciales que se asocian con
resultados a muy corto plazo.
Las personas a quienes se dirige un mensaje con
la idea de que se sientan más valiosas al mejorar su imagen personal, modificar
su alimentación y adoptar de conductas totalmente ajenas a su cultura en
particular, se dejan seducir por ideas
que solamente les indican lo que deben hacer,
pero no por qué deben hacerlo.
En estos casos, la población receptora de estos
mensajes modifica su conducta habitual con la ilusión de obtener beneficios; es
decir, una mejoría en su salud, desempeño o apariencia personal. Aunque esas
promesas de bienestar y las ideas grandiosas de que todo se puede realizar, con
frecuencia nos enfrentan con
una realidad distinta que exige un mayor
compromiso y energía en actividades concretas que requieren de una
participación diferente.
Este tipo de mensajes contradictorios y
prometedores pueden perturbar nuestro equilibrio emocional. En este punto, y a
lo largo de este capítulo, insistiremos
en los conceptos universales sobre la
autoestima, apoyados en referencias científicas y en estudios publicados en
revistas internacionales acerca del contenido y los elementos que dan forma a
este término.