AUTOESTIMA EN INFANTES
AUTOESTIMA EN INFANTES
Por Salvador Farfán
Infante
Esta fase de la
autoestima la vamos a ver en dos semanas, ya que es una etapa donde la niña y
el niño, empiezan a tener más actividad social y a tener un poco más de
autonomía.
La edad preescolar
Los infantes en edad
preescolar son más autónomos; mantienen relaciones sociales con sus pares, sus
padres y otros adultos.
Aunque más
independientes, se percatan de que aún sus padres continúan supervisando las
normas y los límites que se les impusieron con anterioridad en el hogar, pero
son más ordenados para realizar sus tareas.
Esta nueva actitud
aparece en ellos al momento mismo en que se encuentran perfeccionando otras
habilidades. Estos rasgos de personalidad y el contacto social con otras
personas favorecen también la afirmación de una alta o baja autoestima.
Ahora también poseen
habilidades motoras para realizar otras actividades como correr, saltar y
desarrollar juegos más complejos; de igual manera pueden utilizar objetos que
en meses o años anteriores no podían manejar con tanta facilidad.
Adquieren habilidades
cognitivas y un lenguaje más variado que les permite resolver problemas para
expresar de una forma más adecuada sus ideas. A esta edad los niños ejercen un
mayor control de sus emociones, que los faculta para poder enfrentar sentimientos
de frustración.
Todavía tienen la capacidad para dejar volar su imaginación y dar lugar a
fantasías, de modo tal que las hacen más atractivas y divertidas.
Estas habilidades
moderan el desarrollo de un nuevo orden y ayudan a los niños a separarse de sus
padres poco a poco, puesto que de ahora en adelante se sienten con las
herramientas suficientes para cumplir con las tareas que les son encomendadas.
Esta habilidad y
desenvoltura están estrechamente relacionadas con la estima que tiene de sí mismo
y le permiten realizar nuevas actividades con mayor precisión, responsabilidad
y seguridad. Con estas capacidades se perciben como personas más positivas,
satisfechas de las situaciones a las que se enfrentan y mucho más optimistas.
Asimismo, tienen la tendencia de poner a prueba la agilidad con la que realizan
todas sus actividades cotidianas. También se atreven a experimentar nuevos
riesgos, puesto que pueden identificar el auténtico sentimiento de que se hacen
las cosas bien.
Los niños en edad preescolar
con baja autoestima tienen una percepción negativa de ellos mismos y no confían
en sus habilidades. Son más desordenados, dependen de otras personas para hacer
sus tareas y se ven como personas frustradas o con muy poca tolerancia a la
frustración.
El orden, la
agilidad, la desenvoltura y la autonomía son las aptitudes que requieren los
niños en edad preescolar, en tanto que les permiten resolver problemas y tomar
riesgos. La resolución de conflictos, las experiencias exitosas y el aprendizaje
a partir de errores cometidos con anterioridad, promueven en estos niños la
toma de decisiones y, al mismo tiempo, les refuerzan la búsqueda de soluciones
alternativas a un mismo problema. El niño que paulatinamente se observa y
evalúa con más eficiencia su desempeño diario, refuerza su autonomía, no muestra
inseguridad al tomar sus propias decisiones y solicita que se le respete como
persona.
Fuente: Habilidades para la vida. Guía para educar con
valores.
Centros de Integración Juvenil