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Autonomía universitaria en riesgo

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Autonomía universitaria en riesgo

 

Por Aurelio Contreras Moreno

 

La carrera por la rectoría de la Universidad Veracruzana ha despertado toda

suerte de pasiones y sobre todo de intereses por hacerse del control de la

principal institución de educación superior del estado.

Tanto en el aspecto formativo como en el presupuestario, llevar las riendas de una

universidad como la Veracruzana resulta sumamente atractivo para los diversos

grupos de poder que, más allá de las tareas educativas que le son sustantivas,

ven a la institución como un botín del que hay que adueñarse.

Por esa razón, junto con los académicos que sí forman parte de la comunidad

universitaria y le han dedicado gran parte de su vida a la institución en la que se

formaron como profesionales, surgen de la nada advenedizos que se apuntan

para la rectoría sin merecimiento alguno, más que el de servir a los intereses del

régimen en turno, prestándose a fungir como arietes cuyo encargo es someter a la

institución y pasar por encima de su autonomía.

Es claramente el papel que juega el todavía consejero del Instituto Nacional

Electoral, José Roberto Ruiz Saldaña, un nada velado aliado del régimen de la mal

llamada “cuarta transformación” en el organismo electoral, donde siempre votó en

contra de cualquier resolutivo que implicara ya no digamos una sanción, sino ni

siquiera el mínimo llamado al presidente Andrés Manuel López Obrador a respetar

la legalidad, misma que pisoteó impunemente durante todo el periodo de

campañas.

Como se normalizó violar la ley, ahora el consejero busca que sus “servicios” le

sean “retribuidos” y sin que haya concluido todavía el proceso electoral en el que

forma parte de la autoridad responsable, Ruiz Saldaña ya está en campaña

abierta por la rectoría de la UV.

Para ello, dispone de recursos para aparecer en espacios de medios, mantener

oficinas en la capital de Veracruz y hasta financiar “trols” y “bots” en redes sociales

que lo defiendan de las críticas y acosen a quien le recuerde que no forma parte

de la comunidad académica –su único vínculo es haber estudiado la licenciatura-,

lo cual de entrada lo inhabilita para ocupar el cargo, y que sus credenciales

morales no son precisamente las mejores, pues fue denunciado por acoso sexual

por una ex asesora del propio INE desde 2015. Mucho antes de que hubiese

podido considerar siquiera la posibilidad de ser impuesto en la UV.

Sin embargo, el fondo del problema no es en realidad que un personaje sin

merecimientos intente llegar a ser rector, pues en condiciones de normalidad sería

descartado de inmediato, en este caso, por la Junta de Gobierno. El verdadero

tema es el de la autonomía de las instituciones públicas de educación superior,

que está siendo atacada desde diferentes frentes pero bajo un hilo conductor: el

interés del actual régimen por controlarlo todo. Incluida la manera de pensar.

El solo hecho de que se admitiese la candidatura de alguien que no cubre los

requisitos básicos que establece la propia Ley Orgánica de la Universidad

Veracruzana para ser su máxima autoridad pondría en severo riesgo esa

autonomía para dotarse de gobierno propio. Situación que, valga decir, no es

privativa solo de la UV.

No es casualidad que este fin de semana, rectores de algunas de las principales

universidades públicas del país se reunieran en un conversatorio virtual para

hablar precisamente de la autonomía universitaria consagrada en la Constitución y

de los riesgos que enfrenta.

La propia rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara, cuyo

periodo al frente de la casa de estudios concluirá en agosto, destacó que “cada

vez que hay cambio de autoridades universitarias, hay muchos intereses externos

que intentan hacer presión sobre los colegiados a quienes corresponde esta

importantísima decisión y los universitarios debemos estar siempre alertas”.

Y en ese mismo sentido, el rector de la UNAM, Enrique Graue, puntualizó que

eventualmente aparecen intereses ajenos que buscan influir en las universidades

“con dogmas o ideologías enmascaradas que tienen propósitos distintos a

aquellos de los universitarios”.

Algo sabrán de lo que están hablando.

Email: aureliocontreras@gmail.com

Twitter: @yeyocontreras