AUTONOMÍA Y OTRAS VÍAS MUNICIPALES
AUTONOMÍA Y OTRAS VÍAS MUNICIPALES
Por Uriel Flores Aguayo
Cuando
se pregunta o se piensa en los principales problemas de Xalapa, las respuestas
son variadas y correctas. Se acude a los casos de la economía, la seguridad, el
agua, la movilidad, etc.. No hay duda de la realidad de esa problemática. Sin
embargo, hay que abrir paso a otros tipos de problemas, los de corte político,
y plantearse una indispensable jerarquía en ellos. Explicó: vivimos como
municipio con una limitada autonomía, haciendo débil al Ayuntamiento e indefensa
a la ciudadanía. Todos los municipios veracruzanos sufren la limitación en su
autonomía, ahí tenemos la facilidad con la que les quitan a sus policías; pero
Xalapa es afectada mucho más por ser la capital del Estado. Para que así sea hay
razones legales, partidistas, de usos y costumbres y abusos de autoridades
estatales y federales. Por ser capital la seguridad y transito y transporte
están reservadas al ejecutivo estatal, el predominio de un mismo partido en los
tres niveles de gobierno genera cierto tipo de alineamiento disciplinario, casi
siempre los Ediles se subordinan automáticamente y se padecen atropellos de
funcionarios estatales y federales de medio pelo.
Esa
autonomía limitada opaca al Cabildo y lo hace ornamental en asuntos
fundamentales del municipio. Estamos ante un gobierno local débil, con escasas
capacidades para hacer frente a los planteamientos ciudadanos. El gobierno
estatal margina al Ayuntamiento en la realización de obras, rehabilitación de
calles, arreglo de camellones y medidas anti Covid, entre otras cuestiones. Un
gobierno local en precarias condiciones de gobernabilidad sirve poco y mal a la
ciudadanía.
Todos
los días la policía estatal instala retenes que, al parecer, no tienen lógica
de seguridad pero si molesta la movilidad ciudadana. A cualquiera de nosotros
nos pueden detener la Marina, el ejército, la fuerza civil, la policía estatal,
el Ipax, transito estatal y la policía municipal sin que haya forma o
mecanismo de defensa, ni siquiera, al menos, la posibilidad de acudir a las
instancias municipales. Es tan grave esta situación que el año pasado
ocurrieron dos muertes en las cárceles del cuartel de San José. Es posible que
los jefes policiacos que ordenan operativos e instalación de retenes no sean de
nuestra ciudad. En esta materia la ciudadanía se encuentra indefensa. Algo
similar pasa con el accionar de las abundantes empresas de grúas que,
desde hace varios años, vienen literalmente atracando a los xalapeños; no
dan un servicio ni buscan mejorar la circulación. Es un negocio planeado con
ciertas autoridades. En ambos casos el Cabildo es omiso. No se pronuncia ni
ofrece apoyo a la ciudadanía.
Autonomía
supone dar prioridad a la ciudadanía, jugar el papel de primera autoridad.
Tener la voluntad y liderazgo para poner por delante los intereses de la
comunidad. No implica, por supuesto, apartarse de una relación institucional y
respetuosa con los Gobiernos estatal y federal. Pero no de subordinados. No
debe aceptarse que tengan más autoridad los jefes policiacos y los oficiales de
tránsito que los Ediles. Los segundos son electos mientras que los primeros son
designados y están de paso. Cuando el Cabildo no asume sus atribuciones se
convierte en un organismo de segunda.
Solo
los independientes, los de otras vías electorales tenemos el margen para hablar
de la autonomía municipal, dar garantías a la ciudadanía y levantar un gobierno
de primera.
Recadito: votando hacemos
democracia desde lo local.