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AVANZA APLICACIÓN DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

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AVANZA APLICACIÓN DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

·      La reflexión sobre
el vínculo de la información y la IA no se agota en su uso, expresó Miguel
Armando López Leyva

·     Se realizó el VII Congreso de Estudios de la Información “Inteligencia
Artificial. Pensarla para actuar mirando al futuro”

 

La inteligencia artificial (IA) encuentra eco en la
ciencia bibliotecológica, la recuperación de información, clasificación y
consulta de archivos, así como en el desarrollo de bibliotecas inteligentes
“que trazan nuevos caminos para la interacción con las personas usuarias y las
dinámicas de acceso al conocimiento en espacios físicos y virtuales”, afirmó el
coordinador de Humanidades de la UNAM, Miguel Armando López Leyva.

 

En lo que algunas y algunos autores han
llamado ciencias de la ciencia, dijo, figura el análisis bibliométrico
disciplinario, que permite delinear las trayectorias de las investigaciones
relacionadas con dicha tecnología. Un estudio reciente con esta metodología
presenta un mapa de los subcampos más desarrollados vinculados con este
fenómeno en México, en el cual se señala que nuestro país se ubica entre las
primeras 40 naciones en producción académica en la materia.

 

Destacan la robótica y las redes
neuronales con un progreso de al menos tres décadas, y otros que datan de los
últimos cinco años como el aprendizaje automático, procesamiento de lenguaje
natural y visión por computadora, detalló.

 

“Así como la información no se reduce a
los datos y su explotación de forma mecánica y muchas veces sin orientación, la
reflexión sobre el vínculo de la información y la IA no se agota en su uso o
aplicación, sino que constituye una extensión de nuestra propia inteligencia”,
enfatizó durante los trabajos del VII Congreso de Estudios de la Información
“Inteligencia Artificial. Pensarla para actuar mirando al futuro”.

 

El Instituto de Investigaciones
Bibliotecológicas y de la Información (IIBI), en alianza con el Instituto de
Investigaciones Económicas (IIEc), ambos de la UNAM, y la Facultad de Filosofía
y Letras de la Universidad de Buenos Aires, efectuaron esa actividad académica
-en formato híbrido-, para analizar las repercusiones que se esperan a partir
del uso de la IA en el corto y mediano plazos en la docencia y la
investigación.

 

Capacidad potencial

 

En tanto, la directora del IIBI,
Georgina Araceli Torres Vargas, puntualizó que es indiscutible que estamos ante
el umbral de nuevos logros de la humanidad basados en máquinas con capacidades
mayores y, por ello, es incierto el tiempo que llevará lograr una inteligencia
artificial autónoma.

 

En ese sentido, prosiguió, se planteó
la realización de este Congreso a fin de analizar las repercusiones que se
esperan a partir del uso de la IA para prepararnos desde disciplinas como los
estudios de la información, la pedagogía o la economía, por ejemplo.

 

Lo que actualmente nos demuestra esa
tecnología es una capacidad potencial para procesar grandes cantidades de
información y crear algo nuevo; nos promete dar respuestas basadas en el
análisis de cúmulos de información. Su aportación radica en los ahorros de
tiempo, pues a una persona le llevaría demasiado tiempo efectuar ese proceso.

 

De acuerdo con el secretario Académico
del IIEc, José Manuel Márquez Estrada, a partir del punto de vista de la
economía es un hecho que es una herramienta digital que se ha vinculado a todos
los procedimientos. En el caso de la citada disciplina, sucede en la
producción, distribución, comercio y consumo; eso podría significar que no hay
vuelta atrás.

 

La IA llegó para eficientizar y
automatizar numerosos mecanismos, hacer más fácil el intercambio de mercancías
y conocimientos, por ejemplo, pero también presenta riesgos, pues es capaz de
influir en las tendencias de consumo y de producción, entre otros.

 

Es algo que ocurre en la publicidad y
las grandes empresas tratan de imponernos patrones, “por lo que son relevantes
estos foros para darnos cuenta de todo esto que hoy ocurre y trasladarlas a
ámbitos como la economía”.

 

A su vez, el director de LabTec, de la
Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, Alejandro
Spiegel, aseveró:

 

“Hay una primera aproximación vinculada
a la fascinación de tener nuevos oráculos que nos dan respuesta a las preguntas
que les hacemos, con poder de manipular o nuevas comodidades que se reproducen en
nuestra vida cotidiana y laboral mediante el uso de la inteligencia generativa,
el ChatGPT y todos sus compañeros de ruta de los distintos laboratorios”.

 

La propuesta, abundó, es cómo
aprovechar lo que nos ofrecen estas tecnologías, las ventajas de los productos
de la IA, sin dejar de plantear escenarios futuros. “Pensemos en aquello que
las máquinas aún no pueden imaginar, qué horizontes deseamos para nosotros y
las futuras generaciones, cómo queremos hacer nuestra Tierra a partir de esta
herramienta”.

 

FUENTE:
UNAM