Especial

* Ayuntamiento de Teocelo, culpable

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* No andaba muerto, andaba de parr…

* Columnistas, mucho más en abierto

 

José Ortiz Medina

 

Sin cortapisas se le debe aplicar la ley a la irresponsable presidenta municipal de Teocelo, Ana Lilia López Vanda, quien autorizó una ilegal vaquillada en ese municipio que le costó la vida a una persona.

Sintiéndose que las podía de todas, todas, la edil ignoró el Reglamento Municipal contra el Maltrato Animal que prohíbe este tipo de prácticas, y que en su momento, durante la administración anterior, le valieron a Teocelo reconocimiento internacional por ser el “primer municipio antitaurino de México”.

Pero como la “mochada” de los vendedores de bebidas alcohólicas debe haber estado muy buena, la señora presidenta municipal permitió que se soltaran vaquillas por las calles de la ciudad durante los festejos de la Virgen de la Asunción el pasado domingo, una de las cuales embistió a uno de los curiosos que se sintió Curro Rivera, provocándole la muerte.

Lo peor es que ahora todo mundo se lava las manos. Ana Lilia López Vanda mandó al abogado del Ayuntamiento a declarar a los medios que ellos no tienen responsabilidad en la muerte de esta persona y que no autorizaron la vaquillada, cuando a todas luces ésta se realizó con el consentimiento de la autoridad, municipal y estatal, que hubiera tenido la capacidad de impedirla si así hubiera querido.

Y la secretaria de Protección Civil del estado, Noemí Guzmán, que se supone debería certificar que al menos este tipo de eventos se celebrasen en condiciones mínimas de seguridad, salió con su “batea de babas”, diciendo que “Teocelo decide su vida, cómo disfrutar”.

Entonces, ¿para qué queremos una Secretaría de Protección Civil si cada quien puede hacer lo que quiera en un evento público?

“NO ESTABA MUERTO; andaba de parranda”, como dice la canción. Esto viene a colación porque el joven de la región de Córdoba-Orizaba Carlos Enrique Teutli Gómez, que había sido reportado como desaparecido, llegó a su casa sano y salvo este martes luego de irse de parranda al estado de Puebla. Y es que desde el pasado 9 de agosto, sus padres denunciaron la desaparición del joven de 30 años en el municipio de Río Blanco. Y ante este hecho, la autoridad municipal y estatal realizaron intensos operativos para dar con el paradero del joven. Sin embargo Carlos Enrique Teutli Gómez, de 30 años de edad, con domicilio en Río Blanco relató que salió de su domicilio en los primeros días del mes de agosto, y desde esa fecha no tuvo comunicación con sus padres, quienes interpusieron la denuncia ante el Ministerio Público, con el número 59/2014, que giró el oficio de investigación a las diferentes corporaciones policiacas adscritas al operativo Blindaje Córdoba para su búsqueda y localización.  Al regresar al hogar, el joven manifestó que desde la fecha de su ausencia se encontraba en el vecino estado de Puebla, a donde acudió en compañía de algunos amigos, quienes viajaron a bordo de su vehículo marca Seat, tipo Ibiza. Estuvieron de fiesta todo ese tiempo. Decidió darse la escapadita y no dar aviso a sus padres para evitar regaños, toda vez que estuvo ingiriendo bebidas embriagantes. Ya había sido advertido por su mamá que lo iban a ingresar a una clínica de Alcohólicos Anónimos si reincidía en su afición a las bebidas espirituosas.

 

QUIEN SE HA CONVERTIDO en un gran “empresario” cafetalero es Juan Carlos Mezhua Campos. El ex secretario general del Comité Ejecutivo Estatal perredista, emulando a los panistas que se caracterizan por tener sus propios negocios, razón por la cual la “banca” no los aterroriza, impulsa con gran éxito su marca de aromático “Café Tatiaxca”. Y tan “exitoso” debe ser el negocio que hasta se anuncia en Telever, y al final del promocional aparece la imagen del perredista. ¿Es sólo éxito de la empresa o es que Juan Carlos aparece en la TV para promocionarse para un futuro cargo político y así evadir la ley electoral? ¿Acaso una diputación federal? Ya antes hemos visto cómo los políticos recurren a este tipo de argucias para intentar posicionar su nombre y su imagen a través de la venta de supuestos productos comerciales, que una vez que pasa el periodo electoral, misteriosamente también desaparecen del mercado. ¿Se acuerda, por ejemplo, de los frijoles “Bueno” o el “Café Buganza”, en 2010? Pues por ahí va la cosa. Además de secretario general del PRD estatal, Juan Carlos Mezhua ha sido secretario de Asuntos Indígenas y candidato perdedor del Sol Azteca a la alcaldía de Zongolica, cargo que sí ocupó su hermana Lidia Irma Mezhua Campos en la administración pasada, periodo en el que fue señalada de repartir la obra pública entre sus familiares, entre ellos, el propio Juan Carlos, a quien a lo mejor en ese momento se le ocurrió que sería buena idea dedicarse a vender café, por si la política dejaba de ser negocio algún día.

 

DICEN QUE A quien le sobran ganas de renunciar es al subsecretario de Finanzas y Administración, Carlos Hernández Martínez. Desde hace rato este joven talentoso quiere tirar la toalla, pero todo dependerá de que su jefe, el gobernador Javier Duarte de Ochoa, le acepte la dimisión.  ¿Los motivos de esta inminente renuncia? Quien sabe, pero todo hace suponer que se contagió de un peligroso virus que le inocularon desde la Secretaría de Salud que impulsa a Carlitos a dejar la chamba. ¡Aguas!… porque eso se pega. Si Duarte se descuida, al rato puede haber un brote de “renuncitis” aguda. Y lo peor es que la Organización Mundial de la Salud aún no ha encontrado una vacuna para contrarrestar este terrible mal.

 

LUEGO DE TRES años y medio de estar fuera del aire, los columnistas Raymundo Jiménez, Manuel Rosete y quien esto escribe, incursionarán nuevamente con un programa televisivo, de análisis y entrevistas.  En esta etapa, con un nuevo formato, con un estilo más jocoso, pero sobre todo, con mayor libertad. Ahora sí será más en abierto. Ya les daremos más detalles en otra ocasión.

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