BANQUETE DE SABORES

Por Help’

Fotografìa: Héctor A. Larios Monzón

Con una cena maridaje basada en nuestras tradiciones jóvenes universitarios presentaron su propuesta gastronómica para celebrar a nuestros muertos. El salón de Casa Bonilla fue escenario para un festejo de sabores.

El reto fue realizar una cena banquete de tres tiempos con ingredientes de un altar tradicional de muertos.

Bajo la batuta de Daniel Hernández, Karla Paola Sánchez y Esmeralda Zayas, estudiantes del séptimo semestre de la Escuela de Turismo, recibieron a veinte comensales como sinodales de sus creaciones gastronómicas en una especie de homenaje a los sabores presentes en altares típicos de nuestras tradiciones como elementos que brindan identidad regional. De esta manera la fiesta contribuye a fortalecernos como comunidad gracias a los productos de temporada que se cosechan en estos meses y se ofrecen en el altar para ofrecer a nuestros difuntos que regresan del Mictlán.

Cuidando los detalles logran una atmosfera de misterio, la entrada un pasillo de flores de temporada guiaban a las almas para darles la bienvenida al salón. Las mesas adornadas con flores de cempasúchil, velas hacían y calaveritas de colores en papel picado colgaban a lo largo del salón a luz de velas.

La espera fue amena con la presentación del grupo de jaraneros, La Cañada, originarios de La Orduña, Coatepec, interpretaba sones jarochos como el “Trompo”, inicio el festival de sabores místicos que le dio ritmo a la velada. Un par de bailarines jarochos interpretaron bailables en entre tiempo de la cena la joven Esmeralda Morales lució su belleza y carisma con su atuendo y un maquillaje para la ocasión, el brillo de sus ojos y su amplia sonrisa pasearon por la noche con su pareja de baile

El staff de Casa Bonilla bajo la ordenes de los universitarios desfilaron para servir splash de mandarina que refrescó la garganta como aperitivo, el primer platillo de la noche, una crema de calabaza con crocante de cebolla, queso provolone fundido y jamón serrano le dan vida al primer tiempo de la noche. Una verdadera delicia.

Para limpiar el paladar un granizado de hierbabuena presentado en un caballito, dispuso a la concurrencia a degustar el segundo tiempo que consistió en un Xoco con cerdo con berros y pepita tostada servida sobre un espejo de mole, con un maridaje y un cóctel de Jamaica a base de mezcal, presentada en un base old fashion escarchado con sal y chile en polvo. Una bomba de sabores. Un caballito de infusión de zacate de limón para limpiar el paladar.  C

El tercer tiempo consistió en un postre pan de muerto. Los jóvenes rompieron el paradigma tradicional del PAN de temporada, utilizaron todos los ingredientes y el mismo procedimiento para darle un nuevo rostro, el pan fue bien logrado con un relleno de camote, con ceniza de elote, bañado de helado de guayaba, presentado sobre una cama de polvo de cacahuate. Presente los sabores cierran el concierto gastronómico con café de olla elaborado con clavo, canela, anís, ralladura de naranja y café de la región.

Un banquete de sabores, es la carta de presentación de los jóvenes universitarios que vuelven a mostrar el enorme talento que nos invita a soñar con sangre nueva que refresque la riqueza gastronómica veracruzana.

Debemos reconocer a Casa Bonilla por su apoyo a este tipo de eventos que permiten crecer a los jóvenes que empujan fuerte y prometen enriquecer la industria restaurantera. Felicidades.