¡BÉSAME MUCHO…!
Una de las melodías que llegaron al corazón de los mexicanos y a sus más de 77 años sigue vigente, lleva por título BÉSAME MUCHO. Tanto gusto esta canción, que varios países la importaron y fue traducida a otros tantos idiomas:
Kiss me much, Küss mich, Embrasse Moy, Stale Ma Boskavay, es alusión a la misma melodía; nació al mismo tiempo que los japoneses atacaron la base naval de Pearl Harbor, provocando que soldados y marinos de la Army y el Navy de los Estados Unidos, se trasladaran a Europa y al Pacífico a entrarle a los chingadazos en la segunda guerra, dejando a cientos de miles de esposas inermes, ante las notas candentes de esas evocadoras insinuaciones.
Este regalazo al mundo fue hecho por la más grande compositora que ha dado nuestro país, la extraordinaria Consuelo Velásquez Torres, originaria de Ciudad Guzmán, Jalisco y fallecida en la ciudad de México el 22 de enero del año 2005. Diecinueve años de edad —cuando sus labios no sabían lo que era un beso—, Consuelito, llamada así por el cariño de todos los mexicanos, lanza su inspiración en la voz del “Barítono de Argel”, Don Emilio Tuero, y tanto gustó, que “la dama del bastón de cristal”, doña Chela Campos, le entró a la competencia. De ahí viene Andy Russel, que la lleva al frente de batalla; Nat “King” Cole no podía quedarse atrás, al igual que Xavier Cugat y Frank Sinatra, ¡vaya!, hasta los Beatles le hicieron su arreglillo.
Al inicio de la década de los 50, Don Ismael Rodríguez, que divertía a todas las clases sociales de México, en su jocosa película “A toda Máquina”, dirige a Don Pedro Infante (Pedro Chávez) y éste ni tardo ni perezoso, se da el lujo de incitar a la “gringuita” (Delorice Archer) que lo Bese Mucho, COMO SI FUERA ESA NOCHE, LA ÚLTIMA VEZ y para que la duda no cupiera, se la traduce al inglés, dejando al mal geniudo y antipático contrincante Luis Aguilar (Luis Macías), con un palmo en sus narices.
Amigos, dicen que “El primer beso es mágico, el segundo íntimo y el tercero rutinario”… ¿será?. Pero aun así, es mejor que nos besen mucho y no precisamente como si fuera la última vez.
¡Ánimo ingao…!
Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz.