BITÁCORA DE HIPÓCRITAS
Pedro Peñaloza
“Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros”.
Groucho Marx
1. Panistas teiboleros, pero persignados. Escándalo mediático: Un grupo de panistas son filmados bailando y ejerciendo aproximación física y placer visual con un grupo de ciudadanas, que quizá, ejerzan una relación comercial al vender su cuerpo -y su paciencia-, a dichos parroquianos. ¿Es censurable semejante fiesta? Depende, si fue financiado con los salarios de los concurrentes no hay ninguna normatividad que los penalice; en caso contrario, de que el costo de tal convivencia haya sido producto de recursos públicos destinados a otro propósito, entonces se debe aplicar alguna sanción administrativa a dichos bailarines y cariñosos panistas. No más.
Ahora bien, lo que mostró dicho video fue que los sacrosantos militantes de la vela perpetua vestidos de azul, tienen doble moral. ¿Eso es incorrecto?, tampoco, es simplemente una notable inconsistencia ideológica de éstos herederos de Gómez Morín. En el futuro inmediato, en las elecciones del año que entra, deberán tener cuidado en lanzar mensajes moralinos y de defensa de la familia nuclear y de las relaciones monogamicas. Lo realmente trascendente, es saber interpretar la filtración de la chispeante película, lo cual representa el banderazo de la guerra para las próximas elecciones intermedias. Hasta el más ingenuo podrá interpretar el «curioso momento» en que se dispara el escandalito. Una fiesta de varios meses atrás, es publicitada una vez que concluyeron las alianzas políticas entre el PRI y el PAN. Sí, después del decreto de las leyes secundarias. ¿Se entiende el mensaje? Tambores de guerra y golpes bajos es lo que se avecina. Conservar el poder lo vale todo. Hipócritas.
2. País de hipócritas, de desmemoriados y de oportunistas. Un individuo puede decir que ganó la presidencia «haiga sido como haiga sido», y ninguna instancia le cuestiona tal declaración. Ese mismo individuo puede lanzar una guerra que provoca miles de muertes y cientos de desaparecidos, y no pasa nada; este personaje puede pasearse con soberbia y cinismo desde Harvard al mundial de Brasil y nadie chista nada; otro funcionario, policía arbitrario, puede destrozar la concepción de una policía vinculada a los derechos, realizar video montajes para inculpar a chivos expiatorios y a enemigos momentáneos de su miserable poder, y no pasa nada; y así transcurrió un sexenio de ineptos arribistas y trúhanes, y ahora se mueren de risa de los cuestionamientos hacia ellos. Hipócritas.
3. Romper con el PRI, purificación revolucionaria. Ex-priístas, cirujanos del presupuesto, enemigos de la izquierda socialista y marxista, y hasta defensores de Díaz Ordaz, de Echeverría, de López Portillo, de Miguel de la Madrid y de Carlos Salinas, son hoy comandantes y dirigentes de la izquierda con registro. Todos esos ex-priístas no han escrito ni media cuartilla para explicar los motivos políticos e ideológicos de su ruptura con el partido tricolor. Su único agravio fue que no les otorgaron alguna candidatura u oficina en el sector público, sólo eso. La Paradoja, por llamarle de alguna manera, es que estos travestistas son los que hoy dirigen a la llamada «izquierda» mexicana. Pura hipocresía.
4. Una ciudad incluyente gobernada por políticos excluyentes. El DF es gobernado por un abogado que no tiene ninguna formación progresista ni de izquierda, pero fue postulado por reflejos pragmáticos de meros cálculos electorales. Este notable doctor en derecho conformó un gabinete mediocre y de escasa experiencia y visión social, y el aparato perredista no planteó ni una crítica. Lo dejó en libertad de conformar un equipo para el desastre; ahí están los resultados. Ahora todos se encojen de hombros, pero nadie cuestiona el mandato de un reconocido militante del derecho penal. Hipócritas
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