BOLA #8, FUERA DEL JUEGO 2024; EL DESQUITE DE ADÁN Y MONREAL
BOLA #8, FUERA DEL JUEGO 2024; EL DESQUITE DE ADÁN Y MONREAL
Por
Edgar Hernández*
El motejado Bola #8, Eric
Cisneros, quien es aún el secretario de Gobierno de Cuitláhuac, prácticamente
quedó fuera del juego sucesorio por la gubernatura, luego que un tribunal federal
lo ha señalado por violencia de género.
Llorando como una Magdalena, el
oscuro funcionario acusa discriminación.
Grita que es por la negritud,
resultante histórica de una esclavitud donde se amarraba a los negros de pies y
manos para colgarlos de cabeza.
La realidad, sin embargo,
apunta a que es debido a su belicosidad, a su actitud altanera y violenta con
las mujeres y al tosco manejo de la política interior.
Y en lo particular, es el
resultado de la confronta y ofensas proferidas al secretario de Gobernación,
Adán Augusto López, quien cometió el pecado capital de venir a destapar al
opositor moreno Sergio Gutiérrez Luna.
Es, además, el cobro de
factura del líder del Senado, Ricardo Monreal, quien cometió el pecado capital
de venir a pedir justicia para solo recibir desplantes agresivos.
El problema de Eric Cisneros
no es subirse al ring a pelear por lo que cree y aspira, sino el no saber
contra quien se pone.
Acaso desapercibido, pero no
menos importante fue el anuncio de la Sala Superior del Tribunal Electoral, al
determinar la existencia de violencia de género contra Cisneros, acusado por la
diputada Ruth Callejas de ser “un violentador de mujeres”, lo cual -de acuerdo
a la ley- le impide contender por cargos de elección en el 2024.
Tocará al OPLE determinar si,
en efecto, el secretario de Gobierno incurrió en violencia política durante su
pasada comparecencia ante el Congreso del Estado en donde denostó a la
legisladora y violentó su género.
Punto más que imposible habrá
de resultar para el Organismo Público Electoral desdeñar la determinación del
TFE, cuyos hilos mueven, desde la ciudad de México, Adán Augusto, responsable
político de la contienda 2024 y el líder del Senado, Ricardo Monreal, centinela
del proceso jurídico y la legalidad electoral.
Ambos no son amigos de
Cuitláhuac y menos del Bola #8 quien se esconde tras su oscura piel para gritar
discriminación tras la cruda que le provocan sus repetidos pleitos de cantina.
Cisneros creyó que con ordenar
desestimar a la Sala Regional del Tribunal Electoral, desechar la queja de
Ruth, quien alegó que el agresor emitió expresiones “que pueden tipificarse de
violencia de género en su contra”, para superar el problemilla.
No contó, sin embargo, con que
una instancia más arriba, el Poder Judicial de la Federación, revocaría el
mandato regional y daría vigencia a la denuncia.
Así, el Don Juan prieto, el
apóstata del machismo, el acomplejado que da salida a sus frustraciones
ofendiendo a las mujeres, el de la legión de novias -todas sus colaboradoras- a
las que usa y desecha, hoy traga sapos.
Y se defiende.
Compara la determinación
federal, la que ordenó su verdugo Cesar Augusto, con lo ocurrido hace 500 años
con los afrodescendientes “teniéndolos amarrados del cuello y de los pies y a
lo largo de la historia nos han querido discriminar borrándonos de la
historia”.
Tras esa rara definición del
Bola #8 ya no se sabe si este amigo vivió en un gueto de Alabama, si su papá
luchó en la “Guerra de Secesión” en Estados Unidos, o sus antepasados
trabajaron con Lincoln.
Y no se sabe porque, en
efecto, producto de la incultura, el mestizaje y la conquista una parte de la
población históricamente se ha quedado al margen del desarrollo, pero tanto
como tener a los mexicanos morenos, que no negros, en el cuadro que describe.
Sostiene el Bola #8 que vivió
en Otatitlán, que es un apartado pueblo donde no hay registro de esclavitud;
que su niñez y juventud trascurrió en Baja California donde no hay negros ni
blancos, acaso quemados por el sol por ser un destino turístico, y que del 2018
para acá se avecindó en Veracruz, donde la burla por a su gordura y piel morena,
es por razones de carácter político y como respuesta a su comportamiento tipo
Idi Amín Dada, no más.
El problema de este
funcionario es que al igual que con Rocío Nahle, nunca hicieron nada por
Veracruz y ahora, ellos sí, vienen a conquistarnos, a discriminarnos
políticamente y apartarnos a sangre y fuego de toda actividad pública.
Al Bola #8 le conviene use las
cremas francesas que don Porfirio se ponía en la cara para verse menos prieto o
se haga tratamientos tipo Michael Jackson, para verse menos opaco, lo que nunca
podrá limpiar es su alma.
Para eso no hay cremas.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo