Borges, el placer de ser profesor
Borges, el placer de ser profesor
Por
René Sánchez García
En su “Ensayo autobiográfico”, que el escritor argentino Jorge Luis
Borges, publicó en el año de 1955, podemos leer: “Otro placer me llegó al año
siguiente, cuando se me otorgó la cátedra de Literatura Inglesa y
Norteamericana en la Universidad de Buenos Aires. Los demás candidatos habían
enviado cuidadosas listas de sus traducciones, sus publicaciones académicas,
sus conferencias y otros logros. Yo me limité a la siguiente oración: ´Sin
saberlo, me he venido preparando para este cargo a lo largo de mi vida´. Mi
exposición fue exitosa. Fui contratado y pasé diez o doce años felices en la
Universidad”.
De
los cursos que dictó en los doce años al frente de la cátedra, el de 1966 fue
grabado y transcrito en su totalidad por unos pocos alumnos para que otros
pudiesen estudiar. Las veinticinco clases que lo componen son el único registro
que se ha conservado de su tarea docente en la Universidad de Buenos Aires.
Gracias a la donación de esas cintas grabadas, pero más al arduo trabajo
realizado por Martín Arias y Martín Hadis, quienes, haciendo una exhaustiva
labor de análisis e investigación de las fuentes citadas, la voz de Borges nos
llega en el libro: Borges Profesor.
Curso de literatura inglesa en la Universidad de Buenos Aires (México,
2020, Ed. Lumen, 1ª. ed. 519 pp.), que ya se encuentra circulando entre los
miles de apasionados por la lectura de éste inmortal de las letras universales
y en especial, orgullo de la literatura latinoamericana.

En
estas 25 clases (sin pizarrón, sin antologías previas, sin expositores
ayudantes) dictadas en base solamente a su memoria privilegiada (ya que para
esos años él había perdido completamente su vista) encontramos a un Borges en
una faceta distinta a la de escritor de ficción, a la de reseñista o cronista
de libros, a la de agudo crítico literario, o quizá a la de conferencista
habitual; más bien lo encontramos en una faceta distinta y poco trabajada, la
de docente frente a grupo. “Aquí el escritor tan dado a las anécdotas y el
cambio de tema, debía restringirse a cumplir con el programa fijado. No podía,
como hacía con frecuencia en otros ámbitos, preguntar en tono jocoso y después
de hablar media hora “¿Cuál era el título de esta charla? Es por eso interesante ver cómo se los
arreglaba para, sin hacer de hacer digresiones, dar a sus clases unidad y coherencia”
(Letras Libres, Julio 2020).
Algunos
de sus temas se los enuncio: los anglosajones, los vikingos, los orígenes de la
poesía en Inglaterra, análisis crítico de la obra de: Samuel Johnson y James
Boswell, James Macpheson, William Blake, Wordsworth, Coleridge, Carlyle, Robert
Browning, Dante Gabriel Rossetti, William Morris, Charles Dickens y Stevenson,
entre otros más. En este libro Borges
Profesor. Curso de literatura inglesa en la Universidad de Buenos Aires, la
voz de Borges en estas clases nos llega intacta con sus modismos y
repeticiones. “Más que un libro, es una máquina del tiempo que nos permite
redescubrir al lector ferviente que nos contagia su entusiasmo como si
estuviéramos, también nosotros, sentados en el aula frente a él”.
En
una entrevista Borges mencionó: “A mí me gusta mucho enseñar, sobre todo porque
mientras enseño, estoy aprendiendo”. Igual se refirió a la cátedra docente que
desempeñaba, es “una de las felicidades que me quedan”. Y no hay duda sobre el
doble placer que le causaba a Borges estar al frente de una clase universitaria.