¡BRAVO PRESIDENTE!
EL ARTE DE GOBERNAR
¡BRAVO PRESIDENTE!
DANIEL BADILLO
No cabe duda que México
tiene un presidente a la altura de las circunstancias políticas, económicas y
sociales que demandan estos tiempos. La gira realizada este jueves por los
Estados Unidos, para reunirse con el mandatario norteamericano, Joe Biden; el
primer ministro de Canadá, Justin Trudeau y la Vicepresidenta Kamala Harris, da
cuenta del respeto que hay no sólo hacia nuestro país, sino de manera
particular hacia el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien fue tratado
con respeto y camaradería, contrario a lo que sus detractores hubieran
deseado.
Vimos en cada uno de los
encuentros, el reiterado y genuino interés de López Obrador por apoyar una
política migratoria que reconozca el esfuerzo que realizan nuestros
connacionales en Estados Unidos, mediante la iniciativa del presidente Biden,
presentada desde el inicio de su mandato, para regularizar a más de 11 millones
de mexicanos que laboran honradamente en
la Unión Americana, como lo dijo el presidente de México, y que
contribuyen, con miles de millones de dólares en beneficio de sus familias de
este lado de la frontera.
El presidente López Obrador
mostró una gran estatura como estadista, como hombre de acuerdos y como
representante de todos los mexicanos en un encuentro de gran nivel que tenía
años que no se realizaba entre los mandatarios de los tres países que conforman
el T-MEC. Vimos a un López Obrador con ideas claras sobre lo que se requiere
abordar en las mesas de acuerdo y, repito, genuinamente interesado en apoyar a
nuestros paisanos en Estados Unidos.
Hay que reconocer que se
trata de un presidente incansable; que diariamente informa a los mexicanos
sobre sus acciones, a través de las conferencias matutinas, pero que, además, a
diferencia de sus antecesores, cuenta con enorme entusiasmo y pasión por servir
al país a través de giras de trabajo por el norte, centro y sur de México, pues
apenas este miércoles estaba en Quintana Roo y de allí voló a Estados Unidos
para atender esta agenda diplomática. No hay antecedente de un presidente como
López Obrador, que labore de lunes a domingo, y que mantenga, insisto,
informada a la población de sus acciones y proyectos en beneficio de todos,
pero principalmente de quienes menos tienen.
Las obras emblemáticas como
la refinería de Dos Bocas, el nuevo aeropuerto internacional de Santa Lucía y
el Tren Maya, que generan actualmente cientos de miles de empleos, se
desarrollan en tiempo y forma, y serán, desde luego, referente de su gobierno
para las próximas generaciones; el apoyo a los adultos mayores, a los jóvenes,
a las niñas y niños con discapacidad, y las becas para el bienestar, son un
elemento que ha permitido consolidar una política social cercana a la gente; y
desde luego, el Corredor Interoceánico que demuestra el compromiso del
presidente de todos los mexicanos con el sureste del país, que durante décadas
estuvo abandonado.
Las muestras de cariño de
nuestros paisanos en Estados Unidos, son síntoma de que se avanza en la
dirección correcta, pues los mexicanos –dentro y fuera del país- reconocen en
López Obrador, a un mandatario comprometido a impulsar una gran transformación
desde la raíz, frente a los grandes problemas que enfrenta México como la
pobreza, la marginación y la desigualdad que se agravó con la llegada de la
crisis del Covid-19, pero que de la mano con la sociedad y los sectores
productivos, poco a poco se va enfrentando y recuperando los niveles de empleo
y desarrollo que se tenían antes de la pandemia.
Bravo Presidente López
Obrador. Tus acciones demuestran que los mexicanos no se equivocaron al votar
por tu proyecto de transformación, combatiendo la corrupción que se arraigó
hasta en los lugares más remotos de la geografía mexicana, pues muchas y muchos
políticos vieron en la administración pública la ocasión para hurtar lo que era
de todos; Veracruz no fue la excepción, pues muchos de quienes gobernaron
–desde la cabeza hasta los pies- llegaron con una mano atrás y otra adelante, y
en pocos años se volvieron verdaderos magnates del latrocinio y la ruindad como
forma de gobierno. Por fortuna, los mexicanos hoy tenemos un presidente que
gobierna con el pueblo y para el pueblo, poniendo el ejemplo de honestidad
todos los días, y convocando a la población a no claudicar y seguir adelante
por la ruta de la transformación. Bravo presidente.