La Otra VersiónPLUMAS DE COATEPEC

BREVE HISTORIA DE UN ARTESANO

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BREVE HISTORIA DE UN ARTESANO

Nació en la colonial Huatusco Veracruz, un día como hoy, pero del año de 1924. Allí realizó sus primeros dos años de estudios elementales. Vivió su niñez junto a sus padres: Juan Sánchez y María Ameca. Vio de cerca el milenario arte de la panadería que desarrollaba su progenitor, así como atender a diario un pequeño puesto de abarrotes. Fue el mayor de los cuatro hermanos: Benjamín (1926), Guadalupe (1928 y Justo (1930). Nos cuenta que a la edad de ocho años y por las tardes repartía a diario los programas del cine local, lo que le permitía asistir gratis ver películas, tocándole admirar desde el cine mudo hasta el inicio de la época de oro nacional. Cuando tenía once años llegó a ese lugar la persona que cambió su vida para siempre.

De Pátzcuaro Michoacán llegó el señor Leobardo Z. Burgos, quien desde ese nuevo lugar visitaba las ciudades de Córdoba, Orizaba, Veracruz y Xalapa, para fundar sindicatos obreros y campesinos y adherirlos a la CROC del Estado de Veracruz. Dicho señor traía ya el arte de la talabartería (transformar la piel animal en artículos para el trabajo diario de las personas) y allí fundó su primer taller. Ya a los doce años de edad, se hizo su aprendiz y ayudante, hasta dominar el arte de la piel. A los dieciocho años cumplidos, nuestro joven personaje tuvo que partir a las ciudades de México y Guadalajara a realizar su Servicio Militar Obligatorio (clase 1924). El artesano mayor pasó a radicar a la ciudad de Xalapa, a proseguir su misión sindicalista, instalando su taller en la primera calle de Revolución, frente al famoso hotel Limón.

Terminado su Servicio Militar, nuestro artesano entrevistado llamado Rafael Sánchez Ameca, viaja en el año de 1944 a Coatepec Veracruz, a seguir con el oficio aprendido, instalándose ambos en la calle de Pedro Jiménez del Campillo, número 26-B, en lo que se ha llamado siempre Talabartería “El Venado”. Mientras el señor Leobardo Z. Burgos se dedicaba al sindicalismo y a cumplir con sus encargos como Tesorero y Regidor dentro del Ayuntamiento de Coatepec; así su fiel ayudante se vio en la necesidad de desarrollar su inteligencia, imaginación y creatividad, a fin de perfeccionarse en el arte de la piel, así como en formar su nueva familia a partir del año de 1950.

Así, durante los muchos años de vida productiva artesanal, se distinguió siempre por tener unas manos de artista en el manejo de la piel y muchos de sus trabajos eran no solo buscados por personas conocedoras de dicho arte, sino que incluso participó y gano premios y reconocimientos en las ferias nacionales de arte que se celebraban en la capital del país, en los tiempos del presidente Adolfo López Mateos. Por esos años fue invitado por la Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen” para sustituir por un tiempo al profesor titular de dicho taller. Igual participó en todas las Ferias del Café en Coatepec, instalando un stand con sus productos artesanales. Fue tanto su amor al arte, que el “Venado” llegó a tener sucursales en Teziutlán Puebla y en Xalapa Veracruz.

Lo recuerdo hoy 14 de octubre de 2024, en su centenario de nacimiento. Cierro mis ojos por unos momentos y llegan a mi mente su mirada, su voz, su sonrisa amable, su amor por la lectura, sus buenos consejos, sus anhelos realizados, sus sueños no cumplidos, su forma de ver y amar la vida, sus buenos sentimientos, su actitud valiente frente a los problemas, su forma de ser especial como humano, hermano, amigo, esposo y padre. Son casi ya 23 años que no está con nosotros, pero sigue vivo en la memoria de quienes lo conocimos y convivimos de cerca. Nunca olvido su Huatusco, pero vivió agradecido por este Coatepec que lo abrazó por muchos años.

sagare32@outlook.com