BUSCA QR -MEDIANTE AMENAZA- QUEDARSE CON CONCESIÓN
BUSCA QR -MEDIANTE AMENAZA- QUEDARSE CON CONCESIÓN
Manuel Alejandro Álvarez
Torres
Agencia Reforma
Ciudad de México, 26 febrero
2025.- Con el uso de órdenes de aprehensión giradas contra directivos y socios,
el Gobierno de Quintana Roo, encabezado por la morenista Mara Lezama, intenta
despojar de una concesión para el servicio de agua potable y alcantarillado a
la empresa Aguakan y obligarla a vender sus activos a una empresa favorita en 4
mil 500 millones de pesos, una cuarta parte de su valor real.
A través del desapoderamiento
de la concesión, con vigencia de 30 años y por la que se brinda el servicio a
los municipios de Cancún, Playa del Carmen, Isla Mujeres y Puerto Morelos,
presuntamente se busca transferir el negocio a la empresa española Acciona, que
actualmente gestiona el agua en Boca del Río, Veracruz.
De acuerdo con representantes
de la compañía, en diciembre pasado, el abogado Cuitláhuac Bardán, quien dijo
ser representante de Lezama, se reunió con ellos y les planteó que, para evitar
el tema «federal», vendieran en 4 mil 500 millones de pesos al
Gobierno del Estado la concesión y toda la infraestructura e inversión
desarrollada a lo largo de 30 años.
Por el tema
«federal» se refería a una denuncia que el Gobierno estatal, por
conducto del consejero jurídico, Carlos Felipe Fuentes del Río, había
interpuesto en la FGR, instancia que para esas fechas ya había obtenido dos
órdenes de aprehensión contra Paul Andrew Rangel Merkley y Diego José Ramos de
Castilla, apoderados legales de la empresa.
«En esta reunión,
apresurada, nos dicen: ‘oye, les ofrecemos 4 mil 500 millones’ -o sea, una
cuarta parte- pero, si no lo aceptas, pues ahí viene lo federal, se va a poner
complicado'», refirió uno de los presentantes.
Aguakan es una empresa pública
que cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) valuada, de acuerdo con Kroll,
en 17 mil millones de pesos.
El 50.1 por ciento de las
acciones están en manos de Grupo Mexicano de Desarrollo, que también cotiza en
la Bolsa, y el 49.9 por ciento restante es administrado por un fondo en el que
están invertidos recursos de cuatro afores: Banamex, Sura, Principal y
Pensionissste.
El pasado 18 de febrero,
Aguakan informó en la BMV como hecho relevante la existencia de la denuncia
penal en contra de sus directivos.
«DHC confía que el Estado
de derecho prevalecerá y que los jueces conocerán y resolverán que no hay
delito alguno que perseguir. DHC considera que la Gobernadora del estado de
Quintana Roo, licenciada María Elena Lezama Espinosa, ha sido mal informada en
relación con los hechos objeto de la denuncia penal y manifiesta y reitera su
total apertura para dialogar con la mandataria estatal y su Gobierno para
encontrar soluciones, en el marco del derecho y en beneficio de la población y
de los inversionistas de DHC», señala el reporte.
ACHACAN LAVADO
En la denuncia, el Gobierno
estatal acusó a los directivos de Aguakan de presuntamente haber promovido
conductas ilícitas en 2014 al haber solicitado a Paula Guadalupe González
Cetina, entonces directora de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado
(CAPA) y a Juan Pablo Guillermo Molina, entonces, Secretario de Finanzas y
Planeación del Gobierno estatal, la ampliación anticipada de la concesión por
otros 30 años, pues supuestamente no tenían facultades para resolver la
solicitud.
La Administración de Lezama
aseguró que como se había promovido una conducta ilícita, los derechos
adquiridos tenían ese carácter, lo mismo que los recursos utilizados, por lo
que acusó también a los accionistas de lavado de dinero.
Por la ampliación de la
concesión, Aguakan pagó a la Comisión de Agua mil 55 millones de pesos, que
fueron ingresados a las cuentas de esa entidad e inmediatamente transferidos a
la Secretaría de Finanzas.
«No nos acusan de que les
dimos dinero, porque no se les dio dinero (a los servidores), no nos están
acusando de eso, quiero ser muy claro.
Simplemente dicen: ‘tú
promoviste un acto ilícito porque ellos no tenían facultades para eso, y luego
adquiriste los derechos de la prórroga de la concesión y pagaste a través del
sistema financiero una contraprestación’.
«Y entonces, como el
origen fue ilícito, porque promoviste que actuaran ilícitamente, eso ahora
resulta que se llama lavado de dinero», indicó uno de los representantes.
La ampliación de la concesión
por el servicio de agua, señalaron, cumplió con todos los requisitos legales
establecidos en la ley: la aprobó el Consejo Directivo de la Comisión de Aguas,
conformado por el Gobernador del estado y los presidentes municipales; fue
avalada por cada uno de los cabildos, fue aprobada por el Congreso del estado y
publicada en el Periódico Oficial.
«DHC y su equipo de
asesores legales consideran que los hechos materia de la investigación por los
que se formulará la imputación no son constitutivos de delito, pues el Contrato
de fecha 5 de diciembre de 2014 arriba descrito es consecuencia de los Acuerdos
emitidos por el Consejo Directivo de la CAPA en su Sesión Extraordinaria del 12
de noviembre de 2014.
«Por los que se realizó
la Segunda Modificación al Título de Concesión de DHC ocurrida en diciembre del
2014, la cual se llevó a cabo y formalizó en estricto apego y cumplimiento a
las leyes aplicables, de forma institucional y transparente», sostuvo la
empresa en su reporte para la BMV.