“Calaverita”
Por: Norma Carretero Rojano
Como cada año es de gran tradición en México rendir culto a nuestros muertos y lo hacemos principalmente, colocando altares de gran colorido donde les ofrecemos sus platillos preferidos. Así también, se hacen en forma de verso las famosas “calaveritas” con detalles chuscos referentes a personajes vivos y/o muertos. En esta ocasión quiero compartir con ustedes queridos lectores una “calaverita” que me hicieron y dedicaron.
Y dice así:
Lic. Va con mucho cariño y respeto.
A Doña Norma Carretero Abogada de profesión Le llegó un cliente muy feo Tenía cara de matón
Me parece dijo ella Que de éste no me fío Cuando por encima de ella Sopló un airecito frío
Era la muerte que andaba Queriendo jugarle rudo Porque antes ya la llevaba Pero al final no se pudo
Decía la lúgubre flaca, Hay que admitir que Normita Se ha sabido defender Pero con su cliente feo Una trampa le voy a tender
El tipo estaba acusado De matar a un jardinero Que porque el muerto, decían le robaba su dinero
Él prometió buena paga y cooperar con decencia con tal de que al final demostrara su inocencia
Se reunían en su casa a preparar la defensa pero hasta allá los seguía una negra nube densa
| El hombre era desconfiado era un patán sin decoro Y como no!, si tenía Montón de moneas de oro
Entonces la flaca astuta Preparó bien su escenario Poniendo en bolsa de Norma Un precioso centenario
El brillo de la moneda Llamó la atención del cliente mmm… lo llamaremos Vicente con eso de que al final hasta resulta inocente
Vicente dijo a Normita ay re jija vas a ver Robarme a mi mis monedas ¡Yo no señor como va a ser!
La huesuda maliciosa Ya se sentía triunfadora Pues pensaba que esa noche Le prendía su veladora
Pero la Lic. echó mano De una maniobra sencilla Se levanto bien de un lado Su minifalda amarilla ¡Ay pilla!
| Se acordó que alguna vez Allá en la Suprema Corte Le salió bien ese truco De lucir todo su porte
Vicente quedó encantado Al ver semejantes piernas Y no las vio que digamos Con una mirada tierna
El interfecto alocado Pensaba en ese momento ¡Por Dios que daría mi vida Por gozar de este portento! La calaca enfurecida Rechinando su osamenta Tuvo que admitir con dejo Ni hablar… no puedo con ésta
MORALEJA
Cuando sientas que el ambiente Se torna lúgubre y denso Quiere decir que la muerte Anda buscando deceso
No te vayas a dejar Aunque te armen mil charadas Echa mano de tu ingenio Igual que la Licenciada
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¡Se está muriendo mucha gente que no se había muerto antes!; Filósofo de Güemez, personaje mexicano que se dice vivió alrededor de 1800.
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