CALAVERITAS LITERARIAS
CALAVERITAS LITERARIAS
· Del Colegio
México
Calaverita
literaria dedicada al maestro Enrique
La calavera
paseando andaba
aburrida y
solitaria,
buscando
compañía,
pues jugar ella
quería.
Pasando por
Zamora
a lo lejos
escuchaba
una linda
carcajada
que de Jania se
trataba.
Era el maestro
Enrique
que los tenía
felices
jugando circuitos
y avión,
y dijo: ¡esto me
hace falta en el panteón!
La huesuda
susurraba:
miren a este
hombrecito
con talento y
entusiasmo,
sus clases
aplicando.
Las doce ya van a
dar,
y la clase está
por terminar,
a Enrique al
panteón me lo llevaré,
y así en forma
siempre estaré.
Alumna: Jania Ainara Molina Diaz
1º
“A”. Primaria
Calaverita
dedicada a las maestras de primaria
La maestra Nancy muy
contenta,
al Colegio México
llegó,
pues con eso de la
pandemia,
las Clases virtuales
ahora son.
Al entrar a su
oficina
un gran susto se
llevó,
pues sentada en su
escritorio,
a la calaca se
encontró.
No te asustes ni te
espantes
que hoy no vengo por
tí,
vengo por la maestra
Dora
que también trabaja
aquí,
de paso también me
llevo
a la maestra Elsa
Judith.
Alumna: Arantza Bazán Pérez
1° “A” de Primaria
Calaverita dedicada al maestro Saúl Paz
La calaca muy
contenta,
al Colegio México
acaba de llegar,
cumpliendo con
todas las medidas de seguridad,
pues a clases
presenciales va a regresar.
La calaca sabe
que es una escuela de calidad.
La huesuda anda
buscando a un profesor locuaz,
el más distraído,
divertido y perspicaz,
buscando por aquí
y buscando por allá,
no logra
encontrar al gran Saúl Paz.
Con su lápiz y
aguilucho,
para la clase de
artes lista va,
encantada ella
está,
con sus
compañeros dibujando sin cesar.
El maestro no la
esperaba,
y dio un gran
salto para atrás,
por culpa de la
flaca,
hasta el panteón
fue a parar.
Alumno: Sebastián Trujillo Galván
1°
“B” Secundaria
Calaverita dedicada a la maestra
Blanquita
Estaba la maestra
Blanquita,
sentadita en su
sillita,
que pasa la
calaverita,
y se la lleva en su
manita.
¡No me lleves
calaverita!
gritaba la maestra
Blanquita,
porque si me llevas,
ya no daré
clasecitas.
La calaca la miró
y también a los niños
del salón,
y muy triste se
convenció,
de soltarla de un
jalón.
Los niños muy
felices,
tomaron su clasecita,
pues la calaverita
les dejó,
a su maestra
Blanquita.
Alumna: Ana Siloé López Morales
3°
de Primaria
Calaverita dedicada a
la maestra Nancy Cambambia
y alumnos de 5°
Los niños
de quinto grado,
están muy
contentos,
picando
papel morado,
y de sus
colores predilectos.
La calaca
los felicita
y les da
las gracias,
pues han
aprendido mucho,
con la
maestra Nancy Cambambia.
Decoran
con manteles las mesas,
con
canastas y con flores,
ella les
ha enseñado,
a
combinar los colores.
Corren de
un lado a otro,
pues se
los quiere llevar.
Le hacen
falta huesos frescos,
para el
panteón adornar.
Alumno: Marco Antonio Izaguirre Olivares
5°
de Primaria
Calaverita dedicada a mis
maestras
Estaba la
directora Rocío,
sentada en la
dirección,
muy tranquila y
contenta,
revisando
documentación.
En eso entra la
subdirectora Annel
para proponer una
reunión
se acerca el Día
de muertos,
hay que armar un
reventón.
Mandaron a traer
a la maestra Dora,
para continuar la
conversación,
las tres se
pusieron de acuerdo,
para armar
tremendo pachangón.
Alumno: Christian Aguirre Sanabria
2°
“A” de Primaria
Calaverita dedicada a los
maestros del Colegio México
Llega el día de muertos,
y la calaca ya ronda por la
escuela,
quiere llevarse a todos los
maestros,
amarraditos en la cajuela.
Al panteón de la cuidad,
a maestros se llevaron,
y los alumnos del Colegio México,
sin estudios los dejaron.
Ahora en el cementerio,
todos estudiando están,
la calaca los molesta,
sin dejarlos descansar.
Karol Báez Hernández
6° Primaria
Calaverita
dedicada a las maestras de primaria
El Colegio México de
Coatepec,
hoy un poco triste
está,
pues queriendo y sin
querer,
la flaca por ahí se
atrevió a pasar.
Y sin pensarlo dos
veces,
dijo que a los
maestros se iba a llevar,
las alumnas de
primaria,
enseguida le fueron a
reclamar,
pues no era justo que
por su culpa,
ya nadie les iba a
enseñar a estudiar.
La Directora Rocío
muy afligida
con ellas se puso a
llorar,
pidieron clemencia
por su escuela
y se fuera a otro
lugar a espantar.
Alumna: Ivanna Bazán Pérez
2° “A” de Primaria